Estamos en una coyuntura de reformas al mejor estilo de Gramsci y Hegel. Reformas que rescatan la ética y sentido común del Estado. Una reforma fiscal como la que se propone concretará al fin la atención primaria en salud (APS), el programa de seguridad ciudadana y políticas que conviertan la nación en territorio de inversiones para crear empleos y empresas.
Presidente Luis Abinader, en lo que estas reformas concretan, debemos avanzar en lo que está pactado. El ordenamiento territorial es clave. La Ley 368-22 es la base general de la actuación, gestando una salida inteligente al involucramiento de los distritos municipales.
Para actuar en ordenamiento territorial hay que remontarse al Conau del siglo pasado, sus virtudes y errores. Se escribió muchísimo, pero se hizo poco. Más de 150 estudios locales y 400 internacionales adornan la base de datos del CDES www.cdes.do Como Santiago fue el primer municipio que hizo su tarea en planificación estratégica y ordenamiento (2002-2010), hoy debiera ser una referencia.
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El ministro Pavel Isa, viceministro Domingo Matías y Ricardo Fondeur, presidente del Consejo de Desarrollo Estratégico (CDES) como testigo de honor, acordaron trabajar con la mayoría de los candidatos a alcaldes de Santiago. Los aspirantes se comprometieron a elaborar planes de ordenamiento. Reducir agresión al ambiente, proscribir asentamientos informales, clasificar y calificar suelos con participación comunitaria.
Estamos enfocados que Santiago, Mepyd y agencias internacionales aporten recursos para robustecer el conjunto de fortalezas del Plan de Ordenamiento Territorial, elevar su capacidad de implantación en el contexto de la nueva Ley, así como consolidar el Plan Estratégico 2030 como agenda oficial vía Ordenanza 3251-19.
Podemos hacer la tarea en cinco municipios colindantes. Santiago, Villa González, Tamboril, Licey al Medio y Puñal. También en nueve distritos municipales: Santiago Oeste, Palmar Arriba, Jacagua, Hato del Yaque, La Canela, Canca La Piedra, Las Palomas, Canabacoa y Guayabal.
Incumbe apoyar las universidades para que consoliden habilidades y capacidades de recursos humanos involucrados en ordenamiento territorial metropolitano, aumentando calidad-cantidad técnica y directiva de los implicados en ordenamiento y desarrollo estratégico.
Se impone modernizar el equipamiento del Plan de Ordenamiento Santiago y su laboratorio cartográfico para apoyar el diseño de mapas y normas de los municipios involucrados. El objetivo es proteger la base natural y la agrología. También editar el POT y PES para convertirlos en herramientas de educación ciudadana y popular.
Finalmente, consolidar la participación de juntas de vecinos en la vigilancia y buen uso de la aplicación de las normas, construcción edificatoria, la movilidad integral y gobernabilidad territorial.