Haití : El contraste y la indiferencia de una opulencia que ofende a su pueblo

Haití : El contraste y la indiferencia de una opulencia que ofende a su pueblo

Carlos Tomas Del Pozo

Haití, durante más de dos siglos, ha lidiado con dificultades persistentes que han impactado en la calidad de vida de sus ciudadanos. La pobreza, la exclusión social y la falta de desarrollo institucional  han sido una sombra   constante a través de  su historia.

Es evidente que la opulencia económica de la elite haitiana,  contrasta profundamente con la pobreza y exclusión social que enfrenta la mayoría de la población. Mientras algunos pocos disfrutan de riquezas y privilegios, la mayoría de los haitianos luchan por sobrevivir día a día.

Esta disparidad económica,  es una clara ofensa a la dignidad de esa  población y refleja también la necesidad de abordar urgentemente, ese  sistema injusto y excluyente.

El bienestar del pueblo haitiano, no es sólo responsabilidad de las demás naciones, sino también de su élite, que se mantiene indiferente y en su burbuja.

La falta de oportunidades y la pobreza extrema,  han llevado a muchos haitianos a buscar mejores condiciones de vida en la República Dominicana.

Causas que provocan  la migración ilegal hacia República Dominicana. Migración    que tampoco puede seguir siendo  ignorada  y  utilizada con la excusa de  “la mano de obra barata”. Ya es tiempo de  que los dominicanos empiecen a preguntarse ¿Barata para quién?.

La relación entre Haití y la República Dominicana ha sido, durante muchos años, objeto de conversaciones, debate y confrontaciones,  hasta ahora se han mantenido  dentro del marco de la diplomacia y ojalá que nunca salga de ese lindero como ya ocurrió en el pasado.

Mientras el pueblo haitiano ha enfrentado la pobreza, la exclusión social y el caos político, la República Dominicana,  ha buscado su propio camino, aunque también enfrentando sus propios desafíos, con la diferencia de que tanto su  clase política y empresarial, han apostado siempre a su país.

Otro gran desafío compartido por ambas naciones,  es la deforestación y la escasez de agua. Haití ha sufrido una deforestación constante e inmisericorde, lo cual ha llevado a su territorio a enfrentar la escasez de un recurso tan  vital como lo es el agua.

Sin embargo, es  alarmante que hasta ahora, no hayan surgido  propuestas concretas desde  Haití, o de organismos internacionales para abordar este problema,  sembrando  bosques y colaborando con la  conservación de sus recursos.

La relación entre Haití y la República Dominicana,  no puede ser solo una conversación de conveniencia política.

Ambos países enfrentan desafíos significativos que requieren una respuesta conjunta y colaborativa.

El momento de la definición ha llegado; ambas naciones deben actuar con decisión y responsabilidad, el futuro de las dos  depende de la colaboración y la superación de los desafíos comunes y por supuesto del compromiso social de su élite social y económica.

Pero para esto se necesita  que se logre la estabilidad política y social en la parte oeste de la Hispaniola,  para que  la perla del Caribe, pueda mantenerse  permanentemente próspera y  brillante.

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