La atención de dolor crónico enfrenta retos en el país con solo 32 expertos en el área para una población de más de 11 millones de personas.

El dolor es una señal del sistema nervioso del cuerpo humano que indica que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, cada día son más frecuentes las personas que afirman que tienen «un dolor que no se les quita», por eso surge la pregunta: ¿Hay que convivir con dolor? y la respuesta es que no.

Así lo afirmó la presidenta de la Asociación del Dolor, Bethania Martínez, quien destacó que existen especialistas que modulan la percepción del dolor en todas las áreas. Este grupo de médicos está cualificado en todo tipo de dolor y sus cuidados paliativos, siendo por ello «multidisciplinar».

Cada vez hay más personas que necesitan que tomar medicamentos constantes para llevar una vida funcional. Si embargo, la doctora Martínez reveló que estos profesionales no solo se enfocan en la parte farmacológica, sino que también aplican las técnicas que pueden transformar el dolor, ofreciendo un enfoque integral en cada paciente.

En esa misma línea, aunque pueda parecer paradójico, la doctora Martínez aseveró que un dolor es una alarma de que algo con la fisionomía no está funcionando correctamente, estos síntomas provocarán visitas a profesionales de la salud que se encargarán de medicar o referir.

¿Hay especialistas del dolor en RD?

República Dominicana cuenta con 32 médicos que portan esta sub-especialización, sin embargo, Martínez notificó que se necesita un experto por cada 15 mil habitantes y según ‘Datos Macro Expansión’ el país caribeño tiene una población de 11.117.873 personas.

Ante esta desproporción, Bethania Martínez sugirió que los especialistas en las diferente patologías unan fuerzas y sean enviados a las unidades del dolor que están habilitadas por el ministerio de Salud Pública y que cuentan con el aval académico para este servicio.

También puede leer: Día Mundial de la Salud Sexual: un llamado a la conciencia y la educación

En el programa El Día, Martínez dejó claro que el dolor crónico no debe ser una condición con la que las personas tengan que vivir, que hay especialistas para mejorar la calidad de vida de quienes tienen padecimientos y que se tienen que hacer más esfuerzos para reducir la brecha en los médicos de esta índole.