París. La portuguesa Helena Costa, que la próxima temporada iba a ser la primera mujer en entrenar a un equipo masculino de fútbol profesional francés, vinculó hoy a asuntos personales los motivos de su reciente renuncia, pero se negó a entrar en detalles sobre la misma.
“Solo el presidente conoce las razones de mi decisión”, señaló Costa en una conferencia de prensa desde la localidad de Clermont-Ferrand, sede del club de segunda división Clermont Foot 63.
La entrenadora, de 36 años de edad, subrayó que tomó ayer la decisión sola, después de haber hablado con el presidente, Claude Michy.
“Espero que esto no suponga prejuicios hacia las mujeres en el deporte”, dijo Costa, quien tras su paso por la cantera del Benfica, dirigió a los equipos femeninos de Odivelas y a las selecciones de mujeres de Catar e Irán, y trabajó como ojeadora del Celtic.
Michy aseguró en esa misma comparecencia que la entrenadora, que reemplazó a Régis Brouard, “se va con su secreto” y no ha recibido ninguna indemnización tras su renuncia. “Hay razones futiles, pero nada serio”, indicó el líder del club, que apuntó que las “complicaciones” podrían haber influido en su decisión.
Los medios franceses especulan también con la posibilidad de que la entrenadora haya tenido miedo ante la falta de medios del equipo, o de que haya roto su compromiso por la enfermedad de su madre. “La vida del club continúa, es solo un episodio aunque sea muy mediático”, dijo Michy, no sin admitir que los jugadores del equipo están “decepcionados”, y que para él mismo su retirada es también “una decisión sorprendente e incomprensible». “Es una mujer, ellas son capaces de hacernos creer bastantes cosas”, añadió el presidente, que pese a todo dijo no arrepentirse de haber fichado a Costa y pidió centrarse en el futuro.
La llegada de la portuguesa en mayo a la segunda división francesa despertó una gran atención mediática y su caso solo fue comparable al de Carolina Morace, que se hizo cargo de un club de tercera división de fútbol en Italia en 1999.
En Francia hay ya otros casos de entrenadoras femeninas en la liga profesional de otros deportes, como Elena Groposila en el Dijon de balonmano masculino, y Audrey Zitter, responsable técnica del equipo de rugby XVII Los Diablos Rojos de Montpellier.