Madrid.- El ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, fallecido este miércoles, era miembro de honor del Comité Olímpico Internacional (COI), organismo que en 1999 le incorporó al ‘consejo de sabios’ encargado de su reforma, tras los escándalos de corrupción relacionados con la candidatura de Salt Lake City a los Juegos de 2002.
Para afrontar la mayor crisis de la historia del Movimiento Olímpico, generada por la compra de votos por parte de los candidatos con pagos y prebendas para los miembros del COI, el entonces presidente, el español Juan Antonio Samaranch, propuso la creación de un comité formado por personalidades de distintos ámbitos, entre los que figuraba Kissinger.
Otros miembros de la que se llamó ‘Comisión 2000’ fueron Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica, Boutros Boutros-Ghali, ex secretario general de Naciones Unidas, el empresario italiano Giovanni Agnelli, el político francés Michel Barnier o el abogado español Luis Cazorla.
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En sus intervenciones en dicho grupo, Kissinger abogó por una renovación del deporte desde el ámbito de la política, para darle una «mayor globalidad».
«El deporte actual vive una realidad diferente, por lo que es fundamental renovar sus bases», afirmó el ex secretario de Estado, quien puntualizó que esa renovación debía «contar con la presencia de personalidades de los Gobiernos».
Pero, al tiempo, una de sus recomendaciones fue la separación de los intereses deportivos de los económicos y también de los políticos, «lo cual es algo esencial para evitar la corrupción y otros males de las grandes organizaciones».
Otra de sus propuestas se refirió al polémico asunto de las visitas de los miembros del COI a las ciudades candidatas a organizar los Juegos: entre seguir autorizándolas o prohibirlas, Kissinger sugirió una tercera vía: que aquellos miembros que pensaran que solo visitando la ciudad podrían votar de forma justa se lo dijeran al presidente del COI; el Comité organizaría y pagaría entonces unas visitas de grupo.
Finalmente las visitas se prohibieron, con diez votos en contra.
Tras aquella aportación al proceso de reformas del COI, Kissinger fue nombrado miembro de honor vitalicio.
El pasado mayo, con motivo de su cumpleaños centenario, el actual presidente olímpico, el alemán Thomas Bach, recordó que le conoció precisamente en la Comisión 2000 y se refirió a él como «un hombre prágmático», que ofreció buenos consejos sobre «cómo hacer que las reformas fueran vistas de forma favorable en Estados Unidos y en la escena internacional».
Bach indicó que siguió contando siempre con su ayuda y que mantuvo contactos regulares con él, incluso durante la pandemia por videollamada.
Kissinger asistió a varias ediciones de los Juegos Olímpicos con sus hijos y nietos, recordó el COI.