Herméticos con la prensa y sin permitirle la entrada a sus instalaciones, así se mantuvo ayer la Mina Cerro Maimón, que opera la Corporación Minera Dominicana (Cormidom), donde permanecen sepultados desde el pasado domingo los mineros Gregory Alexander Méndez Torres (dominicano) y Carlos Yépez Ospina (colombiano).
En la entrada de la mina, solo se pudo observar que policías, militares y agentes de seguridad privada fuertemente armados se mantenían apostados permitiendo solo el acceso a maquinaria pesada y algunos vehículos de la empresa minera.
Los lugareños consultados tienen su versión de los hechos y sus críticas, que junto al silencio de las autoridades acrecienta cualquier rumor. Ayer ni la Defensa Civil, ni el alcalde Albert Contreras quisieron hablar con la prensa, cuando fueron vistos salir de la mina a las 11:30 de la mañana.
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Uno que aseguró que “hay mucho peligro” en la Corporación Minera Dominicana, fue Juan Suárez, al ser abogado por varios medios mientras transitaba en su camioneta. “Ese túnel no estaba preparado para tener gente dentro. Poner a trabajar ahí era “una matasión de gente”, dijo.
“Si la maquinaria ellos la tienen ¿porqué tardan tanto en sacarlos? ellos no saben de eso”, dijo el agricultor Genry Jiménez.
Para el joven José María Almánzar, la empresa se preocupa más por su estatus, que por la seguridad de los empleados.
A dar apoyo
Desde el pueblo de Maimón se desplazó en una motocicleta Gregoria De Dios, residente en el Barrio Buenos Aires, a dar apoyo y pedirle a Dios que salgan bien. “Dios mediante lo van a rescatar con vida, porque Dios es poderoso. Soy amiga de Juana, su madre, y toda su familia”.
El senador Héctor Acosta se sumó al clamor al todopoderoso para que el rescate de los mineros culmine con éxito, y le pidió a la empresa minera permitir a la prensa grabar como marcha el rescate, a fin de evitar rumores. “La transparencia es vital. No es justo que a la prensa no se les permita el acceso. Si hay transparencia, entonces no hay nada que esconder”, dijo el senador Héctor Acosta.
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Los familiares
Sentadas en su humilde casa del paraje La Quebradita, sumidas en desesperación, estaban muy tristes Regina Martínez, abuela de crianza de Alexander Méndez, y su tía Isabel Inoa. Ellas contaban que han recibido poco respaldo de las autoridades y la empresa.
Sin embargo, Harlin Méndez, hermana del minero, quien estuvo dentro de la mina, destacó los esfuerzos para rescatar a ambos mineros, además de que gozan de buena salud y estado de ánimo, revelando que le fueron suministrados alimentos, ropas, bebidas y productos de higiene personal.
“Ellos están cherchando como si estuvieran en un resort”, aseguró a los medios.