El hombre raro al que quiero referirme es el nuevo secretario de Estado de los Estados Unidos de América, enviado por su histriónico presidente a conversar (o convencer) de algunas decisiones a los aliados de Centroamérica y el Caribe, quien tiene un impresionante historial político que incluye haber sido senador del estado de la Florida y lo considero como un hombre raro porque se trata de un rubio con pelo negro que preparó el terreno para que nuestro país permita que Estados Unidos participe en la explotación de las tierras raras que siempre ha tenido la República Dominicana y se atrevió a llevarse un avión venezolano cuya historia es rarísima o súper secreta porque se ha publicado que hasta el dictador Maduro acusó al Rubio y la República Dominicana de robárselo.
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La rareza está de moda, si no me creen pregúntenle a Elon Musk por sus proyectos espaciales y en nuestro país, ya no es necesario averiguar, porque ahora tenemos fama de amigos de hombres raros, propietarios de tierras raras y ladrones de aviones raros.