El mundo todavía no sale de la pandemia y además de eso cada país buscar por todos los medios estar en paz con las demás naciones. A través de los años se ha perseguido ese estado que muchos países han luchado y hasta se han perdido millones de vidas durante muchos años para conseguirlo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamado en marzo del año 2020 para que los países de todo el mundo apoyaran una «pausa humanitaria duradera, amplia y sostenida» en los conflictos locales. El alto al fuego mundial debe seguir siendo respetado para garantizar que las personas atrapadas en conflictos tengan acceso a las vacunas y los tratamientos que pueden salvar vidas.
En ese sentido, como cada año, este 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz en todo el mundo. La Asamblea General ha declarado esta fecha como el día dedicado al fortalecimiento de los ideales de paz, a través de la observación de 24 horas de no violencia y alto el fuego. El tema para este año es «Recuperarse mejor para un mundo equitativo y sostenible».
“A medida que nos recuperamos de la pandemia COVID-19 en este 2021, nos sentimos inspirados a pensar creativa y colectivamente sobre cómo ayudar a todos a recuperarse para mejorar, cómo fomentar la resiliencia y cómo transformar nuestro mundo en uno más igualitario, más justo, equitativo, inclusivo, sostenible y más saludable”, establece una nota de la ONU sobre el tema.
De acuerdo a dicha entidad, la pandemia ha golpeado con más fuerza a los grupos más desfavorecidos y marginados. En abril de 2021, se habían administrado en todo el mundo más de 687 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19; sin embargo, más de 100 países no habían recibido una sola dosis. Las personas atrapadas en conflictos son especialmente vulnerables en cuanto a la falta de acceso a la atención sanitaria.
Asimismo, esta pandemia ha ido acompañada de un aumento del estigma, la discriminación y el odio, que solo cuestan más vidas en lugar de salvarlas: el virus ataca a todos sin importarnos de dónde venimos ni en qué creemos.
“Para poder recuperarnos de la devastación de la pandemia, debemos hacer las paces entre nosotros”, alentó.
El organismo entiende, además, que hacer las paces con la naturaleza también es necesario. A pesar de las restricciones para viajar y los parones económicos, las negativas consecuencias del cambio climático no se han detenido. Necesitamos una economía mundial verde y sostenible que genere empleo, reduzca las emisiones y aumente la resiliencia a los impactos climáticos.