En la República Dominicana, hacer una diligencia «por insignificante que sea», supone una pérdida de tiempo y energía. Esto, debido a que los servidores públicos «nunca están donde deben estar».
Así lo aseguró el padre Domingo Legua Rudilla este Viernes Santo durante la lectura de la última de las siete palabras que pronunció Jesús previo a su muerte. El religioso dijo que cada persona debe ubicarse en tiempo y espacio y no debe perderse en lo que le corresponde hacer.
«En la vida no solamente hay gente que se pierde sino que permanecen perdidos y esto es lo dramático. (…) Hacer una diligencia supone una enorme pérdida de tiempo y energía: aquí no es, vaya usted a otra oficina. El director no está, venga usted más tarde. Se cayó el sistema, vuelva más tarde», criticó el reverendo los servicios ofrecidos en muchas instituciones del Estado mientras se dirigía a los feligreses que escuchaban el acostumbrado Sermón de las Siete Palabras, leído en la Catedral Primada de América.
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La séptima palabra, desarrollada por Lengua, ubicada en Lucas 23:46, dice: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu», que básicamente lo que hizo Jesús fue entregar su alma a donde pertenece, el cielo.
Más temprano, la iglesia católica pidió este que en la República Dominicana haya igualdad y se busque a las familias una «urgente» salida para que se garantice la estabilidad y seguridad social.
Durante la lectura del Sermón de las Siete Palabras, monseñor Faustino Burgos Brisman hizo un símil sobre la segunda palabra, «Hoy estarás conmigo en el paraíso», y la sociedad que se persigue en el país.
«Hoy estarás conmigo en el paraíso. Es el anhelo que muchos quieren escuchar. No nos hagamos sordos e indiferentes a este clamor», indicó monseñor Burgos Brisman.