En la actualidad, las enfermedades no transmisibles, como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, representan un grave problema de salud pública. Una alimentación equilibrada y saludable juega un papel crucial en la prevención y control de estas patologías, reduciendo factores de riesgo como la obesidad, la inflamación crónica y el estrés oxidativo.
Para mantener una buena salud, es esencial consumir una dieta rica en alimentos naturales y mínimamente procesados. Algunos nutrimentos y compuestos bioactivos con efectos protectores incluyen:
- Fibra dietética: Presente en frutas, verduras, leguminosas y cereales integrales, ayuda a regular el metabolismo de la glucosa y el colesterol, reduciendo el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
- Ácidos grasos insaturados: Se encuentran en el aceite de oliva, frutos secos, aguacate y pescados grasos como el salmón. Estos ácidos grasos reducen la inflamación y mejoran la salud cardiovascular.
- Antioxidantes: Vitaminas como la C y la E, así como compuestos polifenólicos presentes en frutas, verduras y té verde, ayudan a combatir el estrés oxidativo, un factor clave en el desarrollo de enfermedades crónicas.
- Proteínas de calidad: Incluir fuentes de proteínas magras, como pescado, pollo, leguminosas y tofu, ayuda a preservar la masa muscular y a regular el metabolismo.
Las dietas ricas en azúcares refinados, sodio y grasas trans están directamente relacionadas con el desarrollo de resistencia a la insulina e hipertensión arterial. Reducir el consumo de ultraprocesados y optar por alimentos frescos favorece el control de estos trastornos.

La dieta mediterránea ha demostrado ser efectiva en la prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Se basa en el consumo de frutas, verduras, leguminosas, pescado, aceite de oliva y frutos secos, promoviendo una alimentación equilibrada y saludable.
Adoptar una alimentación saludable no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce significativamente el riesgo de enfermedades no transmisibles. Priorizar alimentos naturales, ricos en fibra y antioxidantes, y limitar el consumo de procesados y grasas saturadas y trans es clave para una vida más larga y saludable. La educación nutricional y la conciencia sobre la importancia de una buena alimentación son esenciales para prevenir y controlar estas enfermedades. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@gmail.com / @sodonuclim.