Por Dra. María Álvarez- Nutrióloga clínica
El embarazo es una de las etapas más emotivas en la vida de una mujer, una experiencia increíble y fascinante, que puede provocar angustia, dudas e inquietudes pudiendo impedir disfrutar a plenitud de este tiempo.
En el campo de la nutrición las cuestionantes son múltiples y no siempre son aclaradas por un personal calificado. Cada embarazada difiere una de otra y cada embarazo en una misma mujer suele presentarse de manera distinta – los síntomas, apetencias o las aversiones. De aquí la importancia de acudir de forma temprana a la consulta nutricional, donde se realizará una evaluación tomando en consideración una serie de factores y elementos que nos permitirá realizar las recomendaciones específicas que cada mujer requiere, no sólo en cuanto a cantidad y tipo de alimentos a ingerir para cubrir las necesidades del binomio madre – hijo, sino también y de elevada importancia, los ajustes o cambios en su estilo de vida que debe implementar para lograr los objetivos que se persiguen.
Una de las preocupaciones que se presenta con mayor frecuencia en las gestantes y en sus obstetras, es la fluctuación del peso. En este sentido las pacientes suelen ir a cualquiera de los dos extremos, o dejar de comer por miedo a aumentar o comer de forma desmesurada alcanzando estados de sobrepeso u obesidad.
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Determinar el estado nutricional previo a la gestación y al momento de la consulta, nos brindará las bases para estimar el peso a ganar de la paciente durante todo el embarazo y monitorear la forma en que esto suceda. Independientemente de que la gestante esté en bajo peso, peso adecuado o en sobrepeso, debe haber un incremento específico que se establece siguiendo las directrices publicadas por el consenso de las diversas sociedades de nutrición a nivel mundial evitando así, aún en las pacientes con sobrepeso u obesidad, ofrecer un plan de alimentación restrictivo que provoque pérdida de peso que pudiera ocasionar daños tanto a la madre como al feto.
A través de la valoración clínica y nutricional, que abarca mucho mas que el control de peso, se identificará cualquier alteración o co-morbilidad que pudiese ejercer algún impacto negativo en la evolución fisiológica del embarazo como son: diabetes, hipertensión arterial, deficiencia vitamínica, entre otros. Tomando en consideración los hallazgos, el nutriólogo realizará un plan dietético personalizado con el fin de prevenir, corregir o tratar dicha condición. Este plan no es definitivo y se deberá revisar y ajustar a la evolución del estado clínico, nutricional y bioquímico de la paciente. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo.
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