Los estados ejercen sus actividades financieras sin cortapisas, incluyendo en ellas operaciones comerciales, a veces compelidos por sus deberes de salvaguardar del bienestar público, como por ejemplo regular los precios de los productos que conforman la canasta familiar. En estos casos naturalmente, la ejerce sin fines de lucro, lo contrario sucedió al confiscar los bienes de la tiranía.
En los estados democráticos la mayor fuente de ingresos proviene de los tributos, por lo cual los presupuestos públicos y privados son diferentes.
En la República Dominicana el ITBIS se creó en 1983, y desde que se propuso, estuvimos en contra de este, que hoy, según datos estadísticos se ha convertido en la principal fuente de ingresos, contribuyendo a exhibir como un logro todas las gestiones tributarias.
Ahora que se espera el pacto fiscal, vimos oportuno repetir nuestra posición sempiterna contraria a los impuestos indirectos y también al patrimonio, en este porque tienden a la confiscación y en aquel porque son regresivos considerando su significado para cada sector.
En aquella ocasión nuestra posición no fue tomada en cuenta y ahora tampoco lo será, pero seguiremos exponiendo nuestros puntos de vista porque los consideramos los más convenientes en esta época de crisis económica, y no es justo que la mayor carga fiscal siga cayendo todo el tiempo sobre los hombros de los más pobres porque nuestro tributario se sustenta en el consumo.
Todas las reformas tributarias que hemos vivido han sido para aumentar los tributos creyendo que los aumentos deben reflejar una mayor recaudación, craso error, por esto esperamos que en el Pacto Fiscal se refleje una disminución de los impuestos indirectos.