Se sigue insistiendo en la necesidad de llevar a cabo una reforma tributaria, por parte de muchos entendidos, pero algunos periódicos informan que el Gobierno prepara el Presupuesto para el 2022 sin realizar esta Reforma Fiscal.
Es notoria la consistencia del Poder Ejecutivo en el sentido de que, no obstante las crisis en que encontró el Estado al tomar posesión de las riendas del país, al hacer honor a sus palabras, cuando en campaña afirmó, que una forma de enfrentar la situación nacional (antes de la Pandemia), era una reducción de la alícuotas impositivas.
Por otra parte los medios de comunicación dominicanos también nos traen la información relativa a que la presión tributaria queda en el 14% del producto interno bruto (PIB), lo cual nos obliga a repetir lo que hemos expresado a través de nuestros comentarios, que existen deficiencias en los servicios inherentes al Estado, que no son cubiertos con los tributos, y su perentoriedad los convierte en impuestos subrepticios.
Otros servicios, fuentes prístinas de de los Estados Modernos, son las obras viales, pues estas por ser de uso común ningún ciudadano se anima a su reparación o a crearlas, pues todos se atienen a lo demás, convirtiendo estas infraestructuras en un serio inconveniente para el Soberano que ha sufrido lo indecible a través de todos los gobiernos que hemos sufrido.
Presentamos algunos botones, sabemos que para tener agua debemos invertir en una cisterna; para tener seguridad, debemos invertir en guardianes privados, para tener buena educación de nuestros niños, debemos pagar colegios privados caros y una etcétera larguísima, todo lo que son tributos disfrazados, por lo tanto; nuestra presión tributaria es 14%?.