El 14 de noviembre, se registraron incendios en el distrito municipal de Bayahíbe con pérdidas millonarias en los hoteles Be Live Collection Canoa y Catalonia.
Agradecemos a Dios que no hubo víctimas humanas ante la gran magnitud del siniestro, pero se evidenció la necesidad de que los equipos de emergencias, principalmente de los bomberos, funcionen sin contratiempos.
Sabemos que los recursos asignados a los bomberos salen del presupuesto de los ayuntamientos, sin embargo, en el caso de Bayahibe y otras demarcaciones, que son importantes polos turísticos que generan miles de millones de pesos, gran parte de la población no percibe acciones a su favor acorde con esos resultados económicos.
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Para ser específico, y refiriendo los ingresos por cada turista que ingresa, por ejemplo, por la isla Saona, donde se estiman en casi 4 mil millones de pesos anuales, es penoso que tras esa peligrosa situación que ocurrió, el alcalde Enriquillo Luis Brito denunció que se necesita un camión de bomberos.
Esta no es la primera vez que un caso así se registra en Bayahíbe y en otros puntos turísticos del país, lo que hace imprescindible que esas zonas y todo el país posean equipos de emergencias modernos para enfrentar desastres naturales o accidentales.
Para sofocar el incendio, los bomberos de Bayahíbe recibieron apoyo de sus colegas de La Romana, San Rafael del Yuma y Bávaro-Punta Cana, una valiosa intervención que evitó mayores consecuencias.