La muerte de tres hombres bajo custodia policial en República Dominicana desató la indignación contra el cuerpo del orden, frecuentemente cuestionado por sus excesos, e incluso motivó la convocatoria una inédita protesta prevista para este martes.
El último caso, el que ha causado reacciones políticas y una mayor consternación, es el de David de los Santos, de 24 años, quien falleció el domingo pasado en un hospital por causas no aclaradas, cuatro días después de haber sido arrestado por un altercado con una mujer en una plaza comercial de Santo Domingo.
La Policía afirmó que el joven se autolesionó en el destacamento en el que estaba detenido, pero el certificado de defunción entregado por el Ministerio de Salud Pública a los familiares del joven, dado a conocer por algunos medios, establece de manera preliminar que se trató de un homicidio a causa de un trauma craneoencefálico.
El Ministerio Público anunció que el deceso del joven se investiga como un homicidio, mientras que la Policía Nacional dispuso la suspensión de los agentes del destacamento donde estuvo el detenido mientras siguen las pesquisas sobre el caso.
Para hoy, relacionados con De los Santos, quien hace poco se había graduado de educación física, han convocado una protesta en las afueras del centro comercial en el que se produjo su arresto.
Anteriormente murieron también bajo custodia policial José Gregorio Custodio, de 37 años, el 17 de abril, y Richard Báez, de 30 años, el 5 día de ese mismo mes, según denuncias de sus familiares.
Después de que el presidente del país, Luis Abinader, condenó este lunes la muerte de De los Santos, el titular del Senado, Eduardo Estrella, pidió hoy sacar «las manzanas podridas» de la Policía «y condenar a quien haya que condenar».
Los casos denunciados «deben ser investigados hasta las últimas consecuencias (…) no puede haber paños tibios», agregó Estrella a la prensa.
En tanto, Participación Ciudadana demandó «acciones concretas» entorno a la reforma policial que Abinader puso en marcha en 2021.
La reforma policial fue anunciada después de que en marzo de ese año un matrimonio de religiosos murió tiroteado en un retén de la Policía.
En su informe anual sobre derechos humanos publicado el mes pasado, Estados Unidos volvió a denunciar asesinatos ilegales o arbitrarios por parte de las fuerzas policiales dominicanos.
Asimismo, golpes, malos tratos y tortura a detenidos, pese a que esa práctica está prohibida en el país.