A pesar de que dijo a los periodistas que no lo conoce, que no sabe quien es, uno de los abogados del exprocurador Jean Alain Rodríguez llamó “rata humana” al empresario que aseguró haber entregado audios y videos al Ministerio Público sobre las extorsiones que tuvo que pagar luego de ganar una licitación por 127 millones de pesos para la compra de 6,500 camas de acero carbónico para el Plan de Humanización del Sistema Penitenciario.
La descompuesta reacción de ese abogado, conocido en los tribunales del país por su agresividad como litigante, no podía pasar desapercibida, pues quien tiene que recurrir a los insultos y descalificaciones simplemente está diciendo que carece de argumentos jurídicos para defender apropiadamente a su cliente de las acusaciones que le hace el Ministerio Público.
Una tarea que, a juzgar por lo que ha estado saliendo en los periódicos del expediente acusatorio, parece cada vez más cuesta arriba, y mucho tiene que ver con esa situación las pruebas y testimonios que aportará al proceso la “rata del peluquín”, como también llamó ese abogado al empresario Ulises Francisco Ramírez. Quien por suerte o sabichosería (como diría un cibaeño) tuvo el “presentimiento”, según lo que contó en Somos Pueblo, de que eso no terminaría bien, razón por la cual tomó la decisión de dejar un registro grabado de sus pagos (entre 35 y 40 millones) por si se producía algún tipo de investigación.
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Es una pena que no tuviera el mismo presentimiento el entonces Procurador, quien según la acusación era quien dirigía la red criminal que desde la Procuraduría General de la República estafó al Estado dominicano con más de seis mil millones de pesos.
Y es que tal y como están las cosas va a necesitar mucho más que la capacidad para insultar de sus abogados defensores para librarse de una larga temporada en nuestro sistema penitenciario, que como tuvo ya la oportunidad de comprobar dista mucho de ser un acogedor y relajante resort.