Melissa Correa 
«Me salvé de milagro». Con esta frase Rosangela de la Paz, una joven de 25 años de edad, narra entre lágrimas cómo no sale del asombro luego de tomar un autobús rumbo a su trabajo y ser casi violada.
Y es que salir a buscar el sustento de su familia y montarse en una guagua rotulada, ya no es seguro, debido a que este medio de transporte es usado por desaprensivos para hacer sus fechorías.
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«Me monté a las 7:00 de la mañana en un minibús nuevo expreso San Luis rumbo a mi trabajo y el chofer cambió de ruta y me dijo que hasta que yo no (tenga un acto sexual contigo), no me iba de allí», contó.
Al decirle estas palabras amenazantes, esta narra que lo empujó y salió del vehículo, pero éste la introdujo nuevamente.
«Me metió a la fuerza a la guagua de nuevo, luego se bajó los pantalones y me dijo que si yo voceaba él me iba a matar», dijo.
Su salvación y la esperanza de salir con vida de esa situación es gracias a un motorista y un señor armado que pasaron por el lugar y pudo pedirle ayuda.
«Vocié motorista, motorista, ayúdame, !auxilio! me violan», con estas palabras llamó la atención de esas personas.
Según compañeras de trabajo de la víctima, aseguran que este agresor ha sido vinculado a otros hechos similares, por lo que exhortan a tener cuidado a los pasajeros de esa ruta.
«Hay que tomar medidas porque como a ella le pasó y se pudo salvar», también podría pasarle a una madre que envíe a su hija a la escuela y no se percate de la situación.
Tras pasar dos semanas de este suceso las autoridades no han emitido una orden de arresto contra el denominado «Argenis», quien supuestamente ha sido visto en rutas de guagua de San Isidro.
