Interpelación

Interpelación

Claudio Acosta

En otros tiempos hubiéramos dicho que Gloria Reyes, Directora General del Programa Supérate, tiene menudo para devolverle a quien sea, como demostró recientemente con su contundente respuesta a las disparatosas declaraciones de la exvicepresidenta Margarita Cedeño, quien acusó al gobierno de desviar la atención del fraude cometido a través de ese programa social con la publicación en The Boston Globe de la investigación privada que ordenó David Ortiz sobre el atentado del que fue víctima.

Por eso no debe sorprender que esté dispuesta a ser interpelada por el Congreso Nacional, como solicitó el senador del PLD Yván Lorenzo, para explicar lo que sucedió con la tarjeta Supérate y lo que se está haciendo para enfrentar la situación y devolver el programa a la normalidad.

En una comunicación dirigida a los presidentes del Senado, Eduardo Estrella, y la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, dice estar dispuesta a demostrar “de manera diáfana, fehaciente y con pruebas irrefutables” la transparencia con la que se ha manejado.

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Y qué bueno que así sea, pues aunque la interpelación no es frecuente en nuestra democracia no hay dudas de que contribuye a fortalecerla, a que tanto funcionarios como legisladores le pierdan el miedo a normalizar una práctica que garantiza una mayor transparencia en la gestión pública y que instituciones como el Congreso cumplan su rol.

Es por eso que pienso que el PRM, que según lo declarado por su vocero en la Cámara de Diputados, Julito Fulcar, evaluará la solicitud del PLD, debe favorecer esa interpelación.

Y no solo porque le dará la oportunidad de demostrar que desde el Gobierno existe la voluntad de hacer las cosas de manera diferente, sino porque podría resultar políticamente beneficioso si, como se espera, la talentosa funcionaria se roba el show y pone en su puesto a los peledeístas, que en veinte años de gobiernos –dicho sea de paso– nunca interpelaron a un funcionario.

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