Hector Ulises Montás produce y dirige un documental “Isla de dos repúblicas”, con el propósito de una didáctica visual que abarca la isla bajo el lente de una geografía que permite ampliar la visión cultural y humana de las dos repúblicas soberanas desde una cámara que se enfoca desde el aire los dos lados de la frontera. El resultado ofrece, para quienes no han tenido la oportunidad de conocer los dos países, una mirada nutrida de una pedagogía sobria y realista que puede llevar a romper la ignorancia geográfica de los dos lados, una ignorancia que abrió durante décadas la perspectiva del atrincheramiento y del prejuicio.

Estamos mirando un documental de corte tradicional, con miras informativas vistas desde el cielo en una balada aérea que gira como un viaje de documentación de matices fotográficos llenos de emoción y sentimiento del Director y productor de esta entrega cinematográfica.

Entendemos que el propósito y la intención cumplen con unas miras educativas que pueden aportar un acercamiento fundado en la necesidad de abarcar la conciencia del conocimiento de las diferencias desde perspectivas comparatistas que pueden sostener una reflexión analítica sobre las diferencias que nos unen de cada lado y también las que nos alejan o mejor dicho nos separan , entendiendo la razón de una línea de frontera.

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Nos conmovieron las tomas aéreas de los campos agrícolas que evidencian el estado ecológico de las dos partes. En Haití, el minifundio arrocero expresado en una foto de composición cuadricular entre verde y gris de las aguas enfangadas para nutrir el germen del cereal. Pero del lado dominicano, la imagen de campos extensos de arroz, maravillosamente trazadas por la máquina productiva de una agricultura industrializada.

La imagen que evoca los mini arrozales de Haití parece una obra constructivista de Mondrián, por su composición forjada a mano por la fuerza laboriosa del campesino haitiano. De estas comparaciones diferenciales nace una conciencia inmediata, con la invitación a conocer más y mejor dos realidades insulares.

Cuando abarcamos los cerros, las montañas que caracterizan para la geografía universal y sobre todo del Caribe diferencias de una herida abierta, Los conocedores de las dos realidades establecen una urgencia de intervención para cooperar con Haití en la sanación de su medio ambiente y en la colaboración de acciones inmediatas para la reforestación con la necesidad de una reforma agraria que pueda establecer retos de superación para las masas campesinas de Haití, trabajadores de primera , con amor y dedicación de la tierra. Un amor a la tierra y a los elementos naturales que el escritor Jacques Roumain supo marcar en su magnífica obra “Gobernadores del rocío”, cuya lectura aconsejamos tanto por su belleza literaria como por su contenido sociológico y antropológico en el momento de analizar la realidad de sus personajes de ayer que siguen siendo personajes de hoy.

Visualizamos con compromiso la situación del tumba y quema que despoja la foresta, un problema que en décadas diferentes fue vivido de nuestro lado, y el documental lo evidencia en las consecuencias de deforestación que tuvo Trujillo con la industrialización de los aserraderos que acabaron con los maderos.

El documental tiene la calidad de optar por referencias objetivas en los procesos de desarrollo de los dos lados. Muchos aspectos se compartieron en las dos historias nacionales con las diferencias de los momentos históricos y políticos.

La conducción del guion y del texto está firmada por el Doctor Frank Moya Pons e interpretada por una voz suave y tranquila que acompaña el comentario con un ritmo evocativo y una música de energías centradas con mucha suavidad. Esta es la opción del cineasta, llevarnos con tranquilidad al conocimiento de dos realidades nacionales que pueden vivir sin violencia, ni dureza, pero sí con el respecto de dos diferencias que deben comprenderse.

Porque todo el documental nos lleva a manejar la mirada con objetividad, todo visto desde el cielo, referente poético y técnico que marca una apertura educativa para quienes desconocen el trasfondo de todas estas tomas enfocadas desde arriba…una técnica de filmación por la cual optó Héctor Ulisis Montas.

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La Historia de cada lado está vista con el justo referente que puede marcar el respecto de la diferencia en la construcción de estas dos naciones específicas y soberanas con dos fuertes y apasionantes culturas.

La intensidad del discurso es de una gran objetividad que cumple con la búsqueda de la razón para el entendimiento, lo que no podía descartarse bajo la pluma de Frank Moya Pons.

Deseamos que este documental circule por toda la región y marque su presencia en la amplitud de todos los festivales internacionales del documental, pues es un producto cinematográfico que aporta muchas luces a quienes se interesan por la convivencia pacífica y consciente de una isla que tiene mucho que ganar con el diálogo.

Con este trabajo el sector educativo de los dos lados puede hacer un gran trabajo para las futuras generaciones.
“ISLA DE DOS REPÚBLICAS” se merece circular por los espacios de convocatoria de la reflexión, pues tiene el mérito de evidenciar el respecto a la especificidad dominicana por un lado y la especificidad haitiana por otro lado lo que significa el amor de las diferencias pero en los límites de cada lado.