Las autoridades de las Islas Turcas y Caicos aseguraron este viernes que sus recursos policiales y migratorios están bajo gran presión tras la reciente llegada de 275 migrantes haitianos al pequeño territorio caribeño.
Según los datos oficiales, tres botes sobrecargados que transportaban a 275 hombres, mujeres y niños fueron interceptados en aguas de este territorio británico autónomo entre los pasados 26 de diciembre y 3 de enero.
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“Nuestros recursos se están agotando porque un pequeño estado insular solo tiene cierta capacidad”, lamentó el gobernador de las islas, Nigel Dakin.
Hasta el pasado miércoles, 184 personas habían sido repatriadas a Haití.
Debido a su proximidad y nivel de vida, el archipiélago de Islas Turcas y Caicos ha sido un destino elegido por muchos haitianos que buscan una vida mejor.
“Haití presiona a Islas Turcas y Caicos”, ya que su población es 220 veces mayor, dijo rotundo Dakin, un funcionario designado por el Reino Unido que es responsable de la seguridad interna y externa del territorio.
Para mitigar esta situación, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. tiene a agentes basados temporalmente en las Islas Turcas y Caicos.
El jueves, las autoridades locales confirmaron que un oficial de Policía fue arrestado y acusado de esconder a inmigrantes indocumentados.
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En su mensaje de año nuevo, el primer ministro Washington Misick aseguró que el objetivo durante los últimos meses y el próximo año es reducir la inmigración.
“Hemos aumentado nuestra vigilancia aérea y marítima para fortalecer aún más nuestras fronteras”, dijo Misick, quien adelantó que las leyes migratorias del territorio serán enmendadas en 2023 para imponer “sanciones más severas«.