Para la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) existen cuatro principales desafíos del sector. El primero es el fitozoosanitario y se debe hacer el mayor esfuerzo para preservarla para garantizar la seguridad alimentaria y proteger las fronteras marítimas, terrestres y aéreas de la entrada de enfermedades.
El segundo es la comercialización de los productos y se refiere a que el precio que se le paga al productor se acerque más al precio que paga el consumidor. Y se deben fomentar política para que se reduzcan los márgenes y que exista mensaje asegurados para los productores.
Y el tercer desafío es la innovación y adquisición de tecnología, como incorporar los avances en mecanización agrícola, automatización de procesos, recolección e interpretación de data, uso de satélites, drones y nuevas tecnologías en la producción sostenible de alimentos.
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El cuarto desafío citado por los directivos de la JAD es el acceso a recursos. El presidente ejecutivo de la JAD, Osmar Benítez, expreso que todos los desafíos anteriores se hacen con dinero y se deben diseñar políticas de financiamiento con tasas bajas y largos plazos.
Destacó que hay que motivar a la banca privada que también preste al sector agropecuario y que se creen fondos de garantías para que se le pierda el temor al mismo.
Dijo que así mismo como en pandemia se ofrecieron más financiamiento y facilidades, estas deben ser permanentes.