Siempre que pienso en Jazz me viene a la mente esos amigos de infancia, me refiero a Rafelito Mirabal, Cukin Curiel, y Fellé Vega; claro, hay más personas que podría mencionar de una generación más joven en la esfera del Jazz. Precisamente pensé en ellos porque recibí una comunicación de Rafelito Mirabal, invitándome el domingo 28 de abril a celebrar el día internacional del Jazz en el Anfiteatro del Parque Central de Santiago. Sabemos que el 30 de abril es el día internacional del Jazz, pero Rafelito Mirabal con su vocación y pasión se adelantó para dejar una huella más en la memoria artística de muchos ciudadanos. Los que promueven y tocan Jazz son más que músicos, son catalizadores del cambio social.
Existen otros ejecutores y promotores del Jazz, me refiero a Federico Astwood como propulsor histórico. También debemos mencionar a Guarionex Aquino (hijo), Michel Camilo, Juan Colón, Félix del Rosario, Sandy Gabriel, Juan Francisco Ordóñez, Rafelito Mirabal, Mario Rivera y Tavito Vásquez. Todos ellos han servido de fundamento para que hoy exista una tradición de este género musical en la República Dominicana. No quiero entrar en la historia del Jazz, prefiero honrar a mis amigos que han decidido construir un ambiente musical que genera cambios sustanciales y culturales.
Recientemente supe que Rafelito Mirabal es el encargado provincial de cultura de Santiago; esto me dio mucha alegría, porque él siempre lo ha sido, aún antes de ser nombrado. Gracias a Rafelito con la ayuda de Valentín Acosta, Maranatha y un servidor, hoy podemos decir que existe en la Cordillera Central, Jarabacoa, una agrupación de Jazz. Personas como Rafelito, deberían siempre ocupar posiciones que promuevan a nivel nacional la educación artística, la conciencia musical y para ser más intencional, la apreciación musical como un instrumento de desarrollo integral.
El Jazz no solo es un género que ejerce cambios sociales, que promueve la renovación artística, la espontaneidad; también el Jazz es fruto de la persistencia y la consistencia, y precisamente ese ha sido el trabajo de mis tres amigos, crear persistencia y consistencia en una época tan precaria y contraria a cultivar el buen arte. El Jazz es determinante porque juega un papel en los cambios sociales, promueve la innovación artística, pero también rescata la música antigua, maximiza la música de diferentes estratos sociales y la pone en escalas celestiales, con técnicas que representan la sabiduría del Dios improvisador y creador, pero preciso.
Gracias a Rafelito Mirabal por mantener el Jazz de forma vibrante , accesible para todos los sectores y presente en todos los municipios del país. Gracias a Cukin Curiel por la persistencia y consistencia por más de 18 años cada lunes. Gracias Fellé Vega, por ser un artista que no mira lo monetario y por generar sonidos que nos recuerdan la diversidad del Jazz. Antes de terminar, queremos felicitar a todos los jazzistas dominicanos y extranjeros, espero que este 30 de abril, día internacional del Jazz, nos recuerde que el Jazz existe para traer deleite, valores y entendimiento en un mundo tan fragmentado.