Mucha gente todavía se queja de que los Yankees han dado una tímida bienvenida al dominicano Juan Soto.

Al margen de que está luciendo bien en los juegos de exhibición, lo están tratando como un jugador normal.

Soto, de 25 años, lleva un par de temporadas buscando un contrato de 500 millones de dólares y la pregunta es dónde y cuándo.

Si Soto quiere ese dinero con los Yankees, entonces deberá tronar con el bate.
Recuerdo como ahora cuando Aaron Judge estaba buscando su gran contrato. Los Yankees le ofrecieron 213 millones y Judge dijo no.

El hombre se fajó a batear y los Yankees tuvieron que agregar más de 100 millones de dólares a su oferta original.

En ese espejo deberá verse Soto. Tiene que encender ese bate desde el primer día para que hasta los fanáticos lo pidan por aclamación.

Cuando es la afición que pide algo, ahí lo Yankees actúan rápido. Pasó a Giancarlo Stanton, Gerrit Cole y ahora podría pasar con Soto.

A Soto que deje de estar tomando tantas bases por bolas, que sea más agresivo y su bate dictará su futuro.

Gran consejo
Un tema que debe controlar de inmediato Soto es un paz emocional.
Como le aconsejó Robinson Canó, quien jugó allí por casi una década, no debe coger presión con nada externo.
Que se olvide la prensa, los fanáticos y hasta del tema del nuevo contrato.
Lo de Soto es dar palos, que eso es lo que le gusta a los fanáticos de los Yankees, y después el dinero llegará solito.
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