Con todo en contra y en un duelo sin margen de error, los Sacramento Kings lograron este viernes una enorme victoria en la pista de los Golden State Warriors (99-118) para forzar un séptimo y definitivo partido que se disputará el domingo en Sacramento (3-3 en la serie).
Pese a perder el factor cancha el miércoles, estos jóvenes y sorprendentes Kings saltaron a este sexto encuentro en San Francisco sin complejos y derrotaron con admirable solvencia a los vigentes campeones de la NBA, que tendrán que volver a ganar a domicilio para no caer eliminados en la primera ronda del Oeste.
Malik Monk, con 28 puntos y 6 rebotes puntos saliendo del banquillo, y De’Aaron Fox, con 26 puntos y 11 asistencias pese a jugar todavía con un dedo fracturado, comandaron el triunfo de unos Kings en los que Domantas Sabonis tuvo muchos problemas de faltas y acabó expulsado (7 puntos y 11 rebotes en 23 minutos).
Stephen Curry (29 puntos) y Klay Thompson (22 tantos) se quedaron muy solos en unos Warriors que solo metieron 10 de 32 en triples y que tuvieron una pobre actuación de sus escuderos (Jordan Poole acabó con 7 puntos y un terrible 2 de 11 en tiros).
Sacramento domina desde el principio
Los Kings necesitaban urgentemente la mejor versión de Sabonis y el gigante lituano respondió con dos tapones y un triple para un potente 0-8 de salida de los visitantes.
Curry dio la réplica con 6 puntos consecutivos aunque una de las mayores ovaciones del arranque se la llevó Draymond Green cuando entró a la cancha como reserva. Poco le duró la alegría al multifacético y polémico jugador de Golden State puesto que acumuló dos faltas en poco más de un minuto.
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En cualquier caso, los Warriors cerraron el primer periodo por delante (25-23) tras 12 minutos de errores en ambos equipos (ningún conjunto superó el 40 % en tiros de campo y además los Kings se enredaron con 8 pérdidas de balón) Mike Brown agitó la coctelera desde el principio e intentó pillar desprevenido a su antiguo compañero de banquillos Steve Kerr.
Así, un Terence Davis prácticamente inédito en la serie entró en la rotación de los Kings con minutos importantes mientras que el pívot Alex Len quedó relegado debido a la apuesta de Brown por quintetos bajos cuando Sabonis no estaba en el quinteto.
La estrategia le salió de maravilla a Brown, elegido mejor entrenador del año este curso en la NBA, y la segunda unidad de Sacramento brilló con descaro, esfuerzo y mucho acierto. Monk y Trey Lyles, con 9 puntos por cabeza en ese cuarto, además de un Davis muy voluntarioso encabezaron la carga de los reservas de unos Kings que le dieron la vuelta al encuentro en el segundo cuarto y que llegaron a colocarse con un +11.
Los Warriors vieron además cómo Green sumaba su tercera falta aunque la imagen más destacada fue la de un Sabonis que quedó con secuelas en la cara tras un codazo involuntario de Kevon Looney. Al margen de ello, los Kings, que también disfrutaron de un Keegan Murray con cuatro triples antes del intermedio, clausuraron la primera mitad por delante (51-58) frente a unos Warriors con Thompson como máximo anotador con 16 puntos.
La reanudación empezó con muy malas noticias para Sabonis, que en seis minutos en el tercer cuarto hizo tres faltas y que se marchó al banquillo con cinco en su casillero. Pero los Kings volvieron a dar una lección de supervivencia ante la adversidad. Monk se lució con tres triples para 9 puntos en ese periodo y Fox le acompañó con otros 9 tantos para meter el miedo a unos Warriors que no terminaban de enchufarse al encuentro (80-90 antes del último cuarto).
Al rescate de Golden State apareció el de siempre, Curry, que en los primeros cuatro minutos del último periodo volvió loca a la defensa visitante con 11 puntos. Pese al repentino despertar del genial base de los Warriors, los Kings, que perdieron a Sabonis por faltas en el ecuador del último capítulo, mantuvieron un cómodo colchón en torno a la decena de puntos y lo llevaron hasta el +16 con un triple de Kevin Huerter (96-112 con 4.58 para el final). A los de Steve Kerr solo les quedaba recurrir a la épica pero esta vez la moneda salió cruz y el domingo se jugarán el pase a las semifinales del Oeste en un partido a vida o muerte en Sacramento.