Parte 3 de 3
La comparación entre políticos y poetas ha sido un tema recurrente en la literatura, la filosofía y el análisis social a lo largo de los siglos. Diversos pensadores (Platon, Aristóteles…), escritores (Shakespeare, Lord Byron…) y observadores han comparado a los políticos con los poetas o han reflexionado sobre las similitudes y diferencias entre ambos. Y es que tanto los poetas como los políticos (los verdaderos políticos y no los que se enrolan en busca de prebendas) tienen puntos en común como son los siguientes: su sensibilidad a flor de piel, su capacidad de observar y develar lo que está oculto en las profundidades del alma de la sociedad o quizás hemos de decir de lo humano; su identificación con el sufrimiento, dolor, pobreza y desesperación humana; su necesidad perentoria de actuar contra las injusticias. Su anhelo del bienestar general…
Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria, escribió el poema “La cartera del proscrito”. La fecha exacta de su escritura no está ampliamente documentada, aunque Miguel Reyes, historiador, y el Dr. Eduardo Gautreau de Windt, estudioso de la familia Duarte, nos sugieren que fue posterior a los hechos 1844, en la Época de la Primera República cuando Pedro Santana lo envió al destierro. Veamos…
“La cartera del proscrito”:
“Cuán triste, largo y cansado,/cuán angustioso camino,/ señala el Ente divino/al infeliz desterrado./Ir por el mundo perdido/a merecer su piedad,/en profunda oscuridad/el horizonte sumido./Qué triste es verlo pasar/tan apacible y sereno,/y saber que allí en su seno/es la mansión del pesar./ El suelo dejar querido/de nuestra infancia testigo,/sin columbrar un amigo/de quien decir me despido./ Pues cuando en la tempestad/se ve perder la esperanza,/ estréllase en la mudanza/la nave de la amistad./ Y andar, andar errabundo,/ sin encontrar del camino/el triste fin que el destino/le depare aquí en el mundo./Y recordar y gemir/por no mirar a su lado,/ algún objeto adorado/a quién ¿te acuerdas? decir./Llegar a tierra extranjera/sin idea alguna ilusoria,/sin porvenir y sin gloria,/sin penares ni bandera” (Duarte, s.f.).
“La cartera” tiene múltiples interpretaciones simbólicas que enriquecen el significado del poema: una cartera es un objeto que generalmente lleva en su interior pertenencias personales, como dinero, documentos, o cualquier otro objeto de valor. En el contexto del poema, podría representar las escasas posesiones materiales que el desterrado puede llevar consigo, lo que subraya su estado de pobreza; puede ser vista como una metáfora de la carga emocional y espiritual; podría, además, representar la identidad y la pertenencia que el desterrado ha perdido al ser expulsado de su tierra natal. Al llevar consigo esta cartera, el exiliado puede aferrarse a los últimos vestigios de su identidad y recuerdos de su hogar, aunque estén siendo despojados de él. Respecto a la palabra “proscrito” se utiliza para enfatizar la condición de destierro o exclusión de la sociedad porque no encaja en las normas establecidas; resalta la sensación de alienación y soledad.
Implica que el destierro no fue voluntario, sino que fue impuesto por otros como una forma de castigo o represalia. Esto añade una dimensión de injusticia o tragedia a la situación del protagonista. En el poema se representa como un individuo desterrado y desposeído, abandonado a su suerte en un mundo hostil y desconocido. Esta categorización social sugiere una relación de poder entre los que lo exiliaron y el desterrado (víctima de la injusticia y la opresión). El protagonista está en una posición de vulnerabilidad y falta de poder frente a fuerzas más grandes que lo oprimen. Se refleja una ideología de dominación y resistencia, donde se observa como el poder se impone provocando desesperación y desesperanza.
Teoricemos un poco sobre su poética: Duarte hace uso de un esquema métrico regular. Su poema está compuesto por versos octosílabos, seis estrofas de cuatro versos, con un total de veinticuatro versos (aunque hemos visto versiones con una estructura de siete estrofas). El esquema métrico del poema contribuye a su musicalidad y a su capacidad para transmitir las emociones y reflexiones del protagonista de una manera armoniosa a la vez que logra transmitir las turbaciones que provocan este momento crítico de su vida. Por otro lado, observamos que las metáforas presentes son principalmente conceptuales, ya que representan ideas abstractas o conceptos emocionales más que objetos físicos tangibles. Estas metáforas son utilizadas para transmitir emociones, estados mentales y experiencias humanas creando una imagen vívida en la mente del lector y enriqueciendo el contenido poético del texto.
Duarte emplea metáforas y simbolismos para representar su situación de desamparo y sufrimiento, así como para expresar su anhelo de un futuro mejor. Consideremos algunas: «Cuán triste, largo y cansado, cuán angustioso camino», esta metáfora compara el camino con la tristeza y la fatiga, sugiriendo que su viaje está lleno de sufrimiento y desesperación. «Ir por el mundo perdido a merecer su piedad»: aquí, el mundo se personifica como un ente capaz de otorgar piedad o compasión. Igualmente, «en profunda oscuridad el horizonte sumido», la imagen del horizonte oscuro transmite la sensación de falta claridad en su situación. La oscuridad puede representar lo desconocido, lo oculto o lo misterioso; puede, también, simbolizar el miedo y el peligro. La oscuridad, también, puede ser vista como un momento de preparación y crecimiento antes de la revelación y el resplandor de la luz.
En el mismo orden de ideas menciona, «La nave de la amistad», la metáfora compara la amistad con una “nave que se estrella en la mudanza”, sugiriendo que los lazos de amistad se debilitan o se rompen cuando el proscrito se ve obligado a abandonar su tierra natal (la tempestad). Y es que en ocasiones los amigos lo abandonan por temor a que los relacionen con el desterrado. «Andar errabundo», lo describe como alguien que vaga sin rumbo fijo, sugiriendo una sensación de desorientación y falta de propósito porque su objetivo y fin le fue arrebatado. «Sin porvenir y sin gloria», este paralelismo (sin y sin) enfatiza la sensación de desesperanza y falta de perspectiva. La gloria quedó atrás, fue suprimida por el poder de la elite de turno. Ahora no hay porvenir porque fue separado, removido de su patria, cual cosa sin valor.
En la expresión “a quién ¿te acuerdas? decir», enfatiza la reflexión y la nostalgia por los seres queridos dejados atrás y se pregunta a quién decirle: ¿Te acuerdas?, pregunta común cuando queremos recordar el pasado entre amigos y familiares. Todas estas figuras retóricas contribuyen a la belleza y el impacto del poema.
En síntesis, el poema refleja la condición humana de estar en constante búsqueda de pertenencia y significado en un mundo lleno de incertidumbre y sufrimiento.
Expresa la alienación del individuo desterrado, quien se enfrenta a la dolorosa experiencia de perder sus raíces y enfrentar la adversidad en un entorno desconocido.
Desde el punto de vista político, el poema puede interpretarse como una crítica a la opresión y la injusticia que llevan al exilio a individuos que luchan por la libertad y la justicia.
«La Cartera del Proscrito» de Juan Pablo Duarte trasciende las fronteras de lo exclusivamente literario por ser un poema que explora temas universales como el destierro, la pérdida, la búsqueda de identidad y la lucha contra la adversidad tratados por los poetas a lo largo del tiempo.