Los medios de comunicación están llamados a desempeñar un papel destacado en la promoción de los derechos humanos y en los valores esenciales de la democracia, como son la participación, la solidaridad, la justicia social, la equidad de género, el respeto al medioambiente, la tolerancia frente a las ideas divergentes y a las distintas condiciones humanas. (Análisis del Desarrollo Mediático en República Dominicana, PIDC, 217).
Sin importar su modalidad, la comunicación es un medio eficaz y potente, capaz de concretar acciones a favor del bien o del mal. Debido a esto, el uso apropiado de los medios y contenidos de la comunicación social dependerá de la responsabilidad social, de los principios y valores éticos, así como del respeto a la dignidad humana, que caracterice al talento huma responsable de llevar a cabo su gestión.
Sin lugar a duda, la irreparable muerte del locutor y director de la emisora Z-101, Willy Rodríguez, quien falleció a la edad de 72 años a causa del coronavirus, la comunicación social dominicana pierde a uno de sus mejor y más grande exponente. La esencia de la comunicación social es servir a los intereses colectivos, promover y practicar la solidaridad humana en todas sus dimensiones, defender los recursos naturales no renovables, contribuir a crear ciudadanía critica y activa, facilitar la educación ciudadana, echar una mano para establecer un clima sano de gobernabilidad, entre otras funciones.
Willy Rodríguez, “la Leyenda de la radio”, mostró y demostró que desde la comunicación social es posible emprender y ganar batallas a favor del bien común. El director de la Z-101, una de las radioemisoras más importante de República Dominicana, empleó el poder persuasivo de la comunicación social para así poder orientar, informar y educar a los ciudadanos dominicanos, en torno a temas relacionados con la realidad humana, medioambiental, social, política, económica, sanitaria, deportiva, científica, jurídica, migración, etcétera. En pocas palabras, transformó un medio de comunicación masiva en una plataforma para difundir las buenas y malas prácticas, para ayudar a los más necesitados y para acompañar luchas justas iniciadas por y para la ciudadanía.
Willy Rodríguez era un técnico calificado de la radiodifusión dominicana. Su concepción holística, su entrega sin límites y el respeto a la comunicación social, lo posicionan como un referente significativo de la comunicación social al servicio de la solidaridad, de la democracia, de respeto a los derechos humanos. La comunicación social de Willy era más práctica que teórica, más cercana que distante, más de resultados que de promesas. En fin, su práctica comunicacional social, ética y solidaria, es su mejor y más significativo legado.
Ojalá que alguien de una de las escuelas de comunicación de las universidades dominicanas, con poder y autoridad, se animara y decidiera poner el nombre de Willy Rodríguez a una de sus cátedras, con la finalidad de reconocer y valorar sus aportes tangibles e intangibles al ejercicio continuo, ético y profesional de la comunicación social. A través de la emisora Z-101, Willy Rodríguez llevó la comunicación social a lugares conocidos y desconocidos, con fortalezas y debilidades. Don Willy, ejerció y vivió la comunicación social con pasión y entrega. Haciendo de ella un puente entre los que más tienen y los que no tienen nada.
La comunicación social pierde su esencia cuando la élite política y económico la convierten en guardián de sus intereses. Willy quiso hacer de la comunicación social un medio para resaltar la dignidad y el respeto a la dignidad humana, nunca como instrumento para manipular y controlar la conciencia colectiva. “La Leyenda de la radio”, Willy Rodríguez, luchó para que la comunicación social asuma el rol de veedora ética del quehacer social, político y económico de la República Dominicana.
Willy Rodríguez fue un gigante de la comunicación social, ya que desde la Z-101 se interesó por la vida de los demás, buscó alternativas para ayudar a crecer a sus relacionados, soñó junto con sus colaboradores, trató de entender a los demás aunque no pensaran igual que él. En definitiva, Willy dejó huellas permanentes en la radiodifusión dominicana y en la comunicación social, hizo de ellos medios para servir, ayudar y concretar la solidaridad humana en sus diferentes dimensiones.