POR DOMINGO ABREU COLLADO
Vincularse efectivamente a un proceso de desarrollo implica necesariamente vincularse por igual a la comunicación. Imposible ser parte de un proceso desarrollista si no se está comunicado.
Tras la idea de la posibilidad de éxito de este nuevo paradigma de la economía mundial, y siguiendo el espíritu de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible realizada en Johannesburgo en el año 2002, se creó la Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sostenible, adoptando las siglas COM+, con el propósito de poner los temas clave de esta propuesta en la agenda global y ampliar el alcance mundial del tema por medio de las comunicaciones.
Como lo establece un documento de difusión de esta nueva organización, COM+ es una alianza de organizaciones internacionales y de profesionales de las comunicaciones de diferentes sectores que se han comprometido a utilizar las comunicaciones como forma de propiciar una visión del desarrollo sostenible compuesta por tres pilares: económico, social y ambiental. COM+ busca apoyar activamente las comunicaciones creativas e inspiradoras a través del mundo, ofreciendo una plataforma para compartir los conocimientos, desarrollar mejores prácticas y crear sinergias.
Dentro de la misión que se establece COM+ destaca promover el desarrollo sostenible mediante la creación de sinergias y la ampliación del alcance global de las comunicaciones. Dentro de su visión, COM+ prevé sociedades que promuevan y fortalezcan el desarrollo económico y la justicia social, pero pone gran énfasis en la conservación del medioambiente, tanto local como regional y mundialmente.
Para lograr sus propósitos COM+ proporciona una plataforma de comunicaciones que incluye un centro de recursos en línea para que los medios de comunicación, los profesionales de las comunicaciones, los investigadores, académicos y la sociedad civil puedan informarse, intercambiar ideas y debatir sobre temas relacionados con el desarrollo sostenible y las comunicaciones.
Entre las actividades de COM+ se incluyen la entrega directa de noticias y artículos especiales, de informes, de películas, documentales, programas de radio, foros de debate y mesas redondas sobre temas clave relacionados con el desarrollo sostenible.
Pero también hay objetivos estratégicos: 1. Crear un efecto multiplicador para despertar la conciencia y el compromiso con el desarrollo sostenible a través de acciones comunes relacionadas con las comunicaciones, a fin de simplificar el calendario internacional. 2. Asegurar un flujo constante de ideas e información para definir agendas en todos los niveles (local, nacional, regional y mundial) y estrechar la brecha en materia de comunicaciones. 3. Incrementar el perfil, el rol y la efectividad de las comunicaciones para el desarrollo sostenible.
COM+ da prioridad a los temas clave para este paradigma: 1. Bienestar económico y equilibrio social. 2. Acceso al agua y al saneamiento ambiental. 3. Contaminación ambiental y su relación con la salud, especialmente en los países en vías de desarrollo. 4. Consideraciones ambientales relacionadas con la energía, es decir, el impacto atmosférico de los combustibles fósiles; y 5. Gestión empresarial, incluyendo la responsabilidad ambiental y social.
Para tener información sobre COM+ se sugiere acceder a la página web: www.complusalliance.org
Café y desarrollo sostenible
Entre los temas distribuidos a estudio dentro del Segundo Taller Regional para la Especialización del Periodismo Ambiental, estuvo el tema del café, trabajado por el Programa Ambiental Regional para Centroamérica (Proarca), auspiciado por WWF.
Según la información distribuida por WWF, el sector cafetalero es uno de los rubros más importantes para las economías centroamericanas, y naturalmente para las islas del Caribe también.
En la década de los 90 significó entre el 3% y el 6% del Producto Interno Bruto. Asimismo, es uno de los principales renglones de generación de divisas, representando un 13% en Costa Rica y hasta un 50% en el caso de Nicaragua.
La producción regional de café ha oscilado entre 10 y 15 millones de quintales, representando cerca de un 10% de la oferta cafetalera mundial. Se estima que el área cultivada es de alrededor de 869,000 hectáreas de tierra dedicada a esta actividad (excluyendo a las islas del Caribe), de las cuales Guatemala tiene cerca del 30%.
El café es un generador de fuentes de empleo y es parte importante del sector agrícola en la región. Lamentablemente, la caficultora se ha visto seriamente afectada por las fluctuaciones en los precios del producto en el mercado internacional. Esto se debe a la forma tradicional de comercialización, en donde la oferta y la demanda determinan el precio, sin tomar en cuenta las características propias del grano y su calidad.
No obstante, en los últimos años el mercado de café se ha sofisticado. De ser un roducto de consumo masivo, comercializado como un commodity, el café se ha convertido en una serie de productos diferenciados y su mercado se ha dividido en varios segmentos. Algunos compradores pagan premios sobre el precio de la Bolsa de Valores de Nueva Cork por productos de alta calidad que cumplan con determinados requisitos.
El cacao también en la sostenibilidad
Durante los últimos cuatro años el mercado del cacao ha carecido de una clara dirección general, evolucionando impredeciblemente debido a múltiples fluctuaciones y cambios de rumbo, que no han permitido establecer una tendencia nítida sobre su comportamiento. Estos movimientos han sido determinados por la situación de la industria cacaotera en los principales países productores del mundo.
La incertidumbre manejada en este negocio es alta; los cambios diarios en las cotizaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York se originan en razones climáticas, políticas y de mercado. Lo anterior no facilita el etablecimiento de contratos de largo plazo en las transacciones.
El 83% del volumen ofertado de cacao en grano en el mercado internacional se encuentra concentrado en tres países: Costa de Marfil, Ghana e Indonesia. El 17% restante está distribuido entre diez países ubicados en los distintos continentes. La participación de Centroamérica en el mercado mundial es mínima. Aunque se encuentra en crecimiento, el nicho de mercado para cacao orgánico es una pequeña porción del mercado total.
En el mercado mundial, las grandes firmas de cacao realizan esfuerzos por restringir el desarrollo de nuevos establecimientos productivos de valor agregado en los países en desarrollo con el fin de proteger sus fábricas en las naciones industriales. Su posición de control de los mercados les permite también ejercer presión sobre posibles competidores.
El turismo sin planificar
Entre los temas discutidos durante el II Taller de Especialización de Periodismo Ambiental, en Costa Rica, el tema del turismo siempre estuvo sobre la mesa. Sobre este tema, la WWF también entregó materiales desarrollados con el Programa Ecorregional Arrecife Mesoamericano.
En la ecorregión del Arrecife Mesoamericano el turismo se ha convertido en una de las industrias de más alto crecimiento, en especial los segmentos de cruceros, sol y playa, buceo, avistamiento de especies y pesca deportiva. Esto ha generado importantes ingresos a las economías nacionales, aunque por la falta de planificación, la actividad se ha convertido en una de las principales amenazas a los ecosistemas marinos.
En parajes como Cancún, México, los megacomplejos hoteleros, casas de turistas, el buceo y los paseos por el arrecife, entre otras cosas ponen en peligro la vida marítima ecorregional.
El turismo es el sector con mayor y más rápido crecimiento económico en todo el mundo. Los impactos positivos y negativos que general en el ambiente, la cultura, la sociedad y la economía son analizados por WWF, la organización mundial de conservación, para promover mejoras en países como Belice, Honduras y México de la mano con socios locales, organismos internacionales, universidades e institutos de investigación.
La falta de una planificación ordenada y sostenible ha provocado que el desarrollo turístico impacte negativamente al sistema arrecifal, ya que, entre otros, contribuye con el aumento en los niveles de contaminación, la alteración de algunos ecosistemas frágiles por exceso de visitación y la pérdida de hábitat costero por la expansión desordenada de la infraestructura.