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En el escenario vertiginoso de la evolución tecnológica, la Cuarta Revolución se erige como una epifanía que redefine la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En este fascinante viaje hacia la modernidad, uno de los protagonistas indiscutibles es el microchip, una joya tecnológica que ha desatado una ola de innovación sin precedentes. Bajo una mirada aguda y perspicaz, nos aventuraremos en el alma del microchip para desentrañar los hilos que tejen la narrativa de la Cuarta Revolución.
Para comprender la magnitud del microchip en la Cuarta Revolución, es esencial retroceder en el tiempo y explorar sus raíces. Este diminuto artefacto, que encapsula millones de transistores en un diminuto espacio (12 nanómetros, como referencia un cabello humano mide 70 mil nanómetros), marcó el inicio de una era de transformación sin precedentes que se establece cómo génesis tecnológico.
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A medida que avanzamos hacia el futuro, se espera que el papel del microchip siga creciendo y diversificándose en diferentes áreas:
· Inteligencia Artificial (IA): los microchips especializados en IA están revolucionando sectores como la conducción autónoma, el análisis de datos y la automatización de tareas complejas. Nvidia es actualmente la que cuenta con el superchip más avanzado para IA y acaba de anunciar uno superior, el B200, con un rendimiento 30 veces superior.
· Computación Cuántica: Los microchips cuánticos prometen una capacidad de procesamiento exponencialmente mayor a la de los microchips tradicionales. Una supercomputadora clásica, como el Summit de IBM, es capaz de procesar más de 200 billones de cálculos por segundo. Pero una cuántica podría ejecutar trillones gracias a la superposición. Lo que le puede tomar años a una computadora clásica, a una computadora cuántica le tomará segundos.
A pesar de los beneficios que ofrecen, los avances en microchips también plantean desafíos importantes, como la privacidad de datos, la seguridad cibernética y el impacto medioambiental de la producción masiva de dispositivos electrónicos.
Su evolución continua abrirá nuevas oportunidades y desafíos en los próximos años, marcando un camino hacia un futuro cada vez más conectado e inteligente.
Los ingresos mundiales por ventas de semiconductores en 2023 ascendieron a 533.000 millones de dólares, lo que supone un descenso del 11,1% con respecto a 2022, según los resultados preliminares de Gartner. Los ingresos combinados de los 25 principales proveedores de semiconductores disminuyeron un 14,1% en 2023, lo que representa el 74,4% del mercado, frente al 77,2% de 2022. Para el 2023 las 12 compañías tecnológicas más grandes de EEUU tenían una liquidez de 1 billón de dólares.
Los expertos aseguran que 2024 será un año crucial para la industria mundial de los microchips. Las aplicaciones de inteligencia artificial han disparado una euforia en torno a las firmas tecnológicas en bolsa y agudizado la batalla geoestratégica en el marco de las ayudas pública de la ley estadounidense del chip (‘the Chips act’) de 2022 que anunció inversiones por unos 220.000 millones de dólares en nuevas plantas de fabricación de microchips.