La desintegración y desaparición del Estado-nación, según Emmanuel Todd

La desintegración y desaparición del Estado-nación, según Emmanuel Todd

§ 1. En mi libro Política y teoría del futuro Estado nacional dominicano (1) realicé el recuento del nacionalismo dominicano, parte de su historia e itinerario político. Demostré que una parte del nacionalismo dominicano asumió, junto al ideario duartiano, los valores de la responsabilidad, el coraje, el valor de la palabra empeñada como compromiso inviolable, la alternabilidad en el poder, el gobierno del bien común, la separación efectiva de los poderes, el respeto a la Constitución y la igualdad de todos ante la ley, insertados en los Estatutos y la Declaración de Principios del Partido Nacionalista, así como una guerra abierta en contra de las dictaduras, el autoritarismo, el clientelismo, el patrimonialismo,.

§ 2. Sin embargo, esos principios ético-políticos no pasaron de ser letra muerta, porque ya estaba escrito, según palabras de Américo Lugo, que la intervención militar estadounidense de 1916-1924 había fundado una escuela de cobardía, corrupción y miedo en el país. De esta escuela, lo que ha prosperado en abundancia han sido los intereses particulares por encima de los intereses generales, la privatización de lo público, la corrupción y el autoritarismo. Bastó el golpe de Estado del 23 de febrero de 1930 para que la escuela de cobardía, corrupción y miedo entrara en funcionamiento hegemónico en el sistema social dominicano hasta hoy.

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§ 3. Al igual que Lugo, puse en manos de las generaciones futuras el manifiesto de la teoría y la política del futuro Estado nacional dominicano como contribución a la ardua empresa de reinstalación de una nueva democracia nunca vista en el país y que derrotaría la escuela de cobardía, corrupción y miedo, de la cual son únicamente responsables los sujetos-ciudadanos de la República Dominicana.

§ 4. Cuando los dominicanos se transformen en sujetos, mínimamente en un 90 a un 95 por ciento de su población mayor de edad; cuando hayan alcanzado los siguientes requisitos: 1. Conciencia política, 2. Conciencia nacional, 3. Conciencia de clase, 4. Conciencia de unidad personal y de pertenencia a su comunidad, 5. Conciencia de la separación radical entre Iglesia y Estado, solo entonces, ese pueblo dominicano estará preparado para iniciar la construcción de un Estado nacional exento de clientelismo y patrimonialismo, sin autoritarismo, sin dictadura de partido único, sea de izquierdas o de derechas, dotado de instituciones regidas por la igualdad de todos ante la ley, con reglas claras y transparentes, con separación radical entre lo público y lo privado, sin politización de lo privado y privatización de lo público, sin impunidad ante la corrupción, el crimen y el delito, para los cuales no habrá nunca prescripción, según Duarte, porque todo daño debe ser siempre reparado. Cuando estas y otras condiciones institucionales se produzcan, entonces, solo entonces, comenzará el largo proceso radicalmente histórico, lingüístico y poético a través del cual llegaremos a ser algún día una nación organizada por un Estado verdadero. Queda como opción esta otra incógnita: En manos de los sujetos dominicanos descansa la posibilidad de crear un nuevo tipo de organización política que se salte la construcción de un Estado nacional.

§ 5. Sin embargo, en este año de gracia de 2024 ha surgido una nueva e inquietante teoría que cambia completamente el escenario geopolítico global: la desintegración y desaparición del Estado-nación o mejor si Estado nacional, que surgió en los Estados Unidos a finales del siglo XVIII y en Europa en el siglo XIX con la revolución industrial. La hipótesis la plantea Emmanuel Todd(2), antropólogo e historiador francés, en su libro La derrota de Occidente. El método y los objetivos éticos de Todd en tanto historiador son los siguientes: «Como investigador, (…) no me corresponde juzgar, pero sí hacer una correcta interpretación sociológica de los hechos. Dada la amplia difusión de la cuestión transgénero en Occidente, podemos considerar una vez más que una de las dimensiones del estado cero de la religión en Occidente es el nihilismo» (Todd, 202-203). Debido a la coherencia y solidaridad interna de los términos de ese “estado de religión cero”, el planeta se orienta a una nación activa y a una nación inerte o nación cero: La impotencia de la nación como agente histórico eficaz permite hablar, en el caso de Francia, de una nación desaparecida. El caso de Alemania, en la que el ideal nacional se ha evaporado, pero donde algo, claramente, sigue produciendo poder -económico-, me obliga a volver sobre la idea de una desaparición completa de la nación. Por tanto, voy a contraponer la nación activa, consciente, a la nación inerte, que, sin conciencia de sí misma, continúa su trayecto, como por inercia, en el sentido físico de la palabra» (Todd, 136). ¿Cuál fue el significado de la nación antes de la desintegración y desaparición de la religión?: «Una nación es un pueblo concienciado por una creencia colectiva y una élite que lo gobierna de acuerdo con esa creencia. Sin embargo, no debemos pensar que, cuando la creencia colectiva en la nación desaparece, el pueblo desaparece con ella. Solo desaparece su capacidad de acción. El pueblo permanece». (Todd, ibid.).

§ 6. ¿Cuál es la definición de Todd acerca del nihilismo?: «… el nihilismo no solo expresa una necesidad de destruirse a uno mismo y a los demás. A un nivel más profundo, cuando se convierte en una especie de religión, tiende a negar la realidad» (Todd, 193). En el mundo de la globalización planetaria, el nihilismo ha llegado a todos los Estados y donde mejor se expresa es en los Estados Unidos, Estado hegemónico mundial a través de la internacionalización del dólar y que las demás naciones subalternas, copian: «En el actual Estados Unidos, veo en el ámbito del pensamiento y de las ideas un peligroso vacío, con el dinero y el poder como obsesiones residuales. Y esos no pueden ser ni fines en sí ni valores». (Todd, ibid.).

§ 7. Hace ya más de un siglo Ferdinand de Saussure (3), el primero en teorizar el lenguaje, escribió que “la langue est un système où tous les termes sont liés. La valeur d’un mot ne résulte que de la valeur des termes coexistants»(4) ¬ «… la lengua es un sistema donde todos los términos son solidarios y donde el valor de cada uno no resulta más que de la presencia simultánea de los otros» (Curso de lingüística general. Trad. Amado Alonso. Buenos Aires: Losada, [1945] 1977, p. 195). Si una de las partes o estructuras se resquebraja o desaparece, esta situación afecta a los demás componentes del sistema. Lo mismo sucede con el Estado como sistema abstracto y concreto a la vez en el que todas sus instancias son solidarias y si una de ellas se resquebraja o desaparece, las demás tienden a resquebrajarse o desaparecer, debido a la coherencia interna que liga indisolublemente al Poder y sus instancias o estructuras.

§ 8. Basado en la solidaridad entre lengua y Estado como sistemas, Henri Meschonnic(3) ha planteado que el lenguaje y la historia tienen una misma teoría y que esta implica una teoría del signo y el lenguaje, del sujeto y lo social, del discurso, el sentido y la ideología, del individuo y el poema, todos indisolubles de la práctica teórica de una ética política. El resquebrajamiento o desaparición del Estado-nación o Estado nacional en Occidente implica, por lógica, el resquebrajamiento o desaparición de la unidad en que semejante Estado nacional se fundaba: la familia jerárquica y la familia comunitaria, ambas productoras de autoritarismos, según Todd: «… los valores fundamentales de la familia jerárquica eran la autoridad (del padre sobre los hijos) y la desigualdad (de los hermanos entre sí). La desigualdad de los hermanos muta en la desigualdad de las personas y de los pueblos. La autoridad se convierte en el derecho a dominar a los pueblos débiles» (Todd, 137). En tanto, la familia comunitaria se caracteriza por los rasgos siguientes: «En el caso de la familia comunitaria, rusa o china, el autoritarismo es corregido por el igualitarismo: la igualdad de los hermanos se convierte en igualdad de las personas y de los pueblos. Esta es la fuente antropológica, primero, del universalismo comunista, luego, del soberanismo amplio de Putin, que ofrece al planeta la visión de un mundo multipolar, pero donde cada ‘polo’, igual a los demás, es autoritario en su propia esfera. Sin duda, la idea de que Ucrania es igual a Rusia nunca se les habrá pasado por la cabeza los dirigentes rusos. En sus mentes (sic), es el principio de autoridad el que rige las relaciones entre Moscú y Kiev» (Todd, 138).

§ 9. ¿Cuáles son los indicadores sintomáticos de la desintegración y desaparición del Estado nacional en los Estados Unidos y Europa? Lo veremos en la próxima entrega. Emmanuel Todd señala al menos 14 marcadores que explican la desintegración y desaparición del Estado-nación en los Estados Unidos y la Unión Europea. Son estos: 1). Destrucción de la producción industrial. 2). Destrucción de la educación, muerte de la meritocracia, las ciencias duras y las humanidades en provecho del Derecho, las Finanzas, las Ciencias Empresariales y las Escuelas de Negocios. 3). Destrucción del sistema de salud, tasa de fecundidad bajísima, tasa de mortalidad alta, el triunfo de la muerte con el uso de drogas y opiáceos, los médicos matasanos, el problema de la obesidad y la falta de disciplina de los estadounidenses. 4). Ficción del Producto Interno Bruto (PIB) de cara al Producto Interno Real (PIR), impuestos (flat tax), balanza comercial deficitaria y economistas de mentira, maquilladores de las estadísticas. 5). La guerra de Ucrania como revelador de las deficiencias industriales estadounidenses. 6). Globalización y pérdida de hegemonía industrial de los Estados frente a Rusia y China.: conservar su poder y aprovechar los equilibrios internacionales. 7). Dependencia estadounidense de la mano de obra importada, desaparición de la clase obrera, los sindicatos y la clase media. 8). Destrucción de la agricultura e importación de bienes de consumo y tecnología. 9). Ineficacia de los embargos y sanciones a países competidores. 10). La enfermedad incurable del dólar como monedad internacional. 11). El triunfo de la injusticia y la perversión de la doctrina Rawls. 12). El problema causado por la abolición del racismo contra los negros: igualdad entre blancos y negros. 13). Desaparición del protestantismo y aparición de negociantes de religiones (los pastores o ministros). 14). El triunfo del neoliberalismo y su cultura light como problema creado por los Estados Unidos: la democracia en peligro, negación de la victoria del adversario en elecciones libres o referendo por parte de las democracias neoliberales dominadas por los Estados Unidos a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTÁN). (CONTINUARÁ).

NOTAS:

Santo Domingo: Editora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2012.

2 Madrid: Akal/ Fondo, 2024. Citado de ahora en adelante como Todd, seguido del número de la página.

3 Cours de linguistique générale. ed. crítica de Rudolf Engler. Wiesbaden: Otto Harrassowitx, 1968, p. 258.

4 “Lenguaje e historia, una misma teoría”. Cuadernos de Poética 29 (2018) 67-81, Santo Domingo, ISSN 0257-6457.