Evidentemente que la discriminación tiene un impacto negativo tanto en las personas que la experimentan como en la sociedad en su conjunto. En lo personal puede provocar daños emocionales, limitar oportunidades y fomentar la desigualdad. Mientras que en la sociedad en sentido general impide el desarrollo equitativo y puede generar conflictos y tensiones, por lo que se recomienda fomentar sociedades inclusivas y equitativas, donde todas las personas sean valoradas y respetadas por igual.
La discriminación puede manifestarse en diferentes formas, como son de índoles racial, de género, de orientación sexual, de religión, de discapacidad, entre otras. Estas formas de discriminación pueden generar consecuencias negativas para las personas afectadas, como la exclusión social, la marginación, la baja autoestima, la depresión y la ansiedad.
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Ante ese panorama el profesor e investigador de sociología, Wilfredo Lozano, expresó que la discriminación y la desigualdad tienden a perpetuarse al menos que sea frenada o se luche contra ella con políticas sociales efectivas. “El principal combate a la desigualdad es que logremos que la gente mejore su nivel de vida y que pueda elevar sus capacidades intelectuales, culturales económicas y sociales”.
La forma de luchar en contra de la discriminación es lograr tener una sociedad más igualitaria en los derechos y en los recursos a los que pueda tener acceso las personas. “Ahí el Estado juega un papel fundamental, pero la sociedad también tiene un rol protagónico porque el ciudadano tiene que asumir su compromiso público y social como un ente que vive en un colectivo”.
¿Se podrá construir una sociedad más justa e igualitaria?
No tengo la menor duda porque nuestro país avanza cada día más. Creo que tenemos que luchar por tener una visión más optimista porque hay condiciones y capacidades que justifican ese optimismo. En lo personal yo pienso que hay muchos elementos que predican que este país tiene grandes posibilidades de tener un futuro más inclusivo y con más oportunidades”.
No obstante, señaló que, aunque en el país algunas instituciones deben mejorar su organización sistemática y poco adaptable a la realidad cambiante de la contemporaneidad. “Eso no niega que es una sociedad mejor situada, comparada con años anteriores. El punto es poder generar las políticas y capacidades para controlar esas difusiones”.
El investigador social expresó su optimismo de que se puede convivir en una sociedad más justa y equilibrada en cuanto a oportunidades sociales. “El país avanza cada día más en ese aspecto, pero también hay muchas cosas por resolver en el sentido de que hay muchas discriminaciones, desigualdades y privilegios que tienen que ser combatidos”.
Migración y discriminación
La migración es el desplazamiento de un grupo o población de seres humanos, de un lugar a otro, con el objetivo de establecerse en un nuevo país o región de forma temporal o permanente. Es un fenómeno que ha ocurrido desde el origen de la humanidad y que está motivado por diversos factores: económicos, políticos, sociales, culturales, entre otros.
Actualmente, la mayoría de países del mundo mantienen políticas migratorias concretas y República Dominicana no es la excepción, la cual tiene una Ley General de Migración desde el año 2004 “De alguna manera hemos avanzado ahora tenemos una ley de migración que creo que se debe mejorar, pero tenemos un instrumento más moderno, con instituciones más eficientes y un presidente que se preocupa por estos problemas”, expresó el señor Lozano.
Teniendo en cuenta que la mayor cantidad de migrantes que tiene el país son haitianos, el experto en investigación social entiende que hacia este grupo migratorio no existe discriminación racial. “Lo que sí tenemos es un nacionalismo mal entendido por parte de algunos sectores de la población, tampoco no creo que el estado dominicano tenga ninguna política en ese sentido, todo lo contrario, se han hecho esfuerzos enormes por tener espacios de cooperación que ha permitido avanzar mucho en ese marco regulatorio”.
A su entender, eso pasa en cualquier frontera donde el país más desarrollado genera capacidades de la cual se beneficia el más pobre. “Tenemos que educar mejor a nuestra población para que entiendan que se tiene que convivir de la manera más civilizada con los vecinos”.