Hoy el mundo está pendiente del resultado de la elección presidencial de Estados Unidos de América, la nación más influyente del globo. ¿Quién será el cuadragésimo séptimo presidente?

La interrogante se decidirá entre Kamala Harris, la actual vicepresidenta, de pensamiento demócrata liberal, y el expresidente Donald Trump, de propuestas ultraderechistas, admirador de Vladimir Putin y Kim Jung Un, y quien aspira volver a la Casa Blanca después que jamás admitió haber perdido la elección del 2020.

La influencia global de Estados Unidos, irradiada desde la Casa Blanca, en Washington DC., está sólidamente fundamentada en el desarrollo económico, una poderosa industria militar, el ejercicio de la diplomacia directa y decisiva en las relaciones internacionales, proyectadas culturalmente en el inglés como lengua franca universal.

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Conforme a cifras actualizadas del Departamento del Tesoro, Estados Unidos posee la economía nacional más grande del mundo en términos nominales, con un PIB estimado en 22,6 billones de dólares –la cuarta parte del PIB nominal del resto del planeta– y una quinta parte del PIB global en paridad de poder adquisitivo debido al alcance universal del dólar, determinante para el comercio internacional. Se trata de la principal fuerza capitalista del orbe, líder en la investigación científica y la innovación tecnológica a partir el siglo XIX y, desde comienzos del Siglo XX, el principal país industrial.

Si gana Harris, candidata del Partido Demócrata, podría hacer historia, pues se convertiría en la primera mujer presidenta, la primera mujer y negra presidenta y la primera presidenta indio-estadounidense, en virtud de su vía identitaria proveniente de inmigrantes. La ex procuradora general y senadora de California promete el derecho al aborto y una economía de apoyo a la clase media y protecciones para los ciudadanos.

En cambio, si gana Trump, el controversial multimillonario neoyorkino de 79 años, candidato del Partido Republicano, “pasará a la historia como uno de los presidentes más influyentes de la historia, porque va a derribar el orden internacional que ha existido durante los últimos 70 o 75 años”, según el análisis de Jacob Heilbrunn, autor del libro “America Last” y miembro principal de Eurasia Center of Atlantic Council, un centro de estudio internacional de Estados Unidos.

Similar al resto del mundo, la política internacional dominicana será impactada por el resultado electoral no importa el ganador. Si ganase Harris, como yo espero, la relación bilateral con Washington se fortalecerá en términos del intercambio comercial y la solidaridad democrática.

Pero si Trump ganase, se instalará en la Casa Blanca una mentalidad anterior a la II Guerra Mundial, que defiende el criterio de que Estados Unidos puede funcionar como una fortaleza que no necesita alianzas con países democráticos, como el nuestro, y que el libre comercio internacional es perjudicial para la economía estadounidense.

Creo que Kamala Harris debe ganar.