La fidelidad viene muy ligada a la lealtad. Es considerada una actitud, una decisión que se toma por principio o por amor. Se considera que una persona es fiel cuando asume un compromiso con respecto a los sentimientos, ideas, pensamientos, valores, incluso con las obligaciones.
La fidelidad está asociada a la capacidad de no traicionar, de no engañar a los demás o a uno mismo; es asumir con responsabilidad y compromisos nuestras decisiones.
La palabra fidelidad está muy ligada a los principios divino, pues se origina del latín fidelitas que se traduce como servir a un Dios. La fidelidad no es exclusiva a la pareja, familiares, amigos, clientes, animales, cosas sino también a nuestros pensamientos, promesas, principios o creencias.
La felicidad es una virtud, la mayoría de las personas están de acuerdo que es un valor que se manifiesta en la capacita de cumplir con las promesas y compromisos asumidos, que nos permite mantener la palabra dada, movido por la libre decisión y voluntad.
La fidelidad a veces implica exclusividad, requiere una conexión con el principio, animal, cosa o persona que se le otorga, implica respeto, honestidad, comprensión y compromiso.
Uno de los puntos fundamentales para poder ser fiel es la seguridad, cuando no se está seguro de lo que se quiere y como se quiere, tienden a cometerse errores como la infidelidad.
No podemos hablar de fidelidad al prójimo si no somos fieles a nosotros mismos, a nuestros principios e ideales. Para poder ser fiel a otros debemos hacer un compromiso de autofidelidad en base a lo que queremos y pensamos, de lo contrario sería aguantar por compromiso, lo que nos llevaría a un estado de infelicidad.
La fidelidad engloba una conexión entre las dos partes y cuando esta conexión falla, por diferentes razones, ser fiel a ese principio se puede hacer más difícil.
Para muchos la fidelidad es una virtud o capacidad espiritual de dar cumplimento a las promesas, donde se decide ser fiel de manera consciente, por movido o voluntad.
Vista desde esa óptica no es una atadura, sino más bien la libre expresión de nuestros deseos, conciencia y sentimientos. Si la fidelidad se da por plena complacencia, esta llena de alegría a quien la ofrece, y supone una buena relación con quien la recibe
La fidelidad se da como un ejercicio de buscar y mantener una relación saludable, procurando la menor diferencia posible y dispuesto a superar cualquiera que pudiera surgir.
La fidelidad supone un respecto al trato y a la confianza que el otro ha depositado en nosotros, implica ser sincero, amar la verdad y ser constante en el afecto.
No es lo mismo ser fiel que ser leal, son conceptos muy parecidos, pero en el fondo son diferentes, aunque es muy diminuta la línea divisoria
La palabra lealtad proviene del latin “legalis” que significa respeto a la ley.
La fidelidad tiene que ver con la persona, la lealtad está más relacionada a la causa y a los grupos. Se puedes ser leal y no necesariamente ser fiel, porque se crea en la causa, pero no en la persona.
La fidelidad está más vinculada con amor , corazón, promesas, sentimientos, en tanto que la lealtad obedece a la razón, a la legalidad, los acuerdos y aceptación. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.