Todo el mundo recuerda la formidable película seriada de El Señor de los Anillos que en tres capítulos cautivó al público mundial después de disfrutar en un angustiante desarrollo el triunfo final del bien sobre el mal. Aquel representado por los elfos y este por los orcos.

Y ahora el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en 4 meses se ha convertido en un héroe de nivel mundial frenando una irracional invasión de su país por el poderoso ejército de los orcos. Los rusos se han visto frenados y rechazados en una ofensiva cuyo único fin era arrasar a Ucrania tan solo para justificar sus ambiciones de expansión territorial para restaurar el orgullo ruso de volver a ser la potencia mundial que se derrumbó al comienzo de la década del 90 del siglo pasado. Esa vez el comunismo dejó ser la esperanza de los desposeídos y ser tan solo una potencia arrolladora de todos derechos humanos.

Zelenski ha utilizado un adecuado símil del bien y del mal y hace que la gente recuerda las figuras grotescas de los orcos con sus maldades innatas y se enfrentaban a la civilización de los elfos de piel pálida e inteligencia superior y calmada con una sensación de paz que los orcos no podían ofrecer que destilaban su maldad en sus procederes con las sangrientas incursiones al país de los elfos quienes los rechazaban con la inteligencia y mejores recursos para defender su pacífico territorio.

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Ahora Zelenski antepone su pacífico país, asediado por un poderoso ejército que creyó arrasaría rápidamente, pero se ha topado con el heroísmo de una nación que defiende su territorio codiciado por los rusos que ya sienten los efectos de las sanciones impuestas por el mundo capitalista en una economía abierta de la que disfrutaban hasta que llegaron las sanciones como castigo a su irracional invasión a Ucrania.

En cuatro meses los rusos no han podido doblegar la resistencia ucraniana que en determinados lugares han optado por replegarse dejando el terreno ya calcinado por la cohetería rusa arrasando las edificaciones y llevando a cabo masacres increíbles que a lo mejor nunca encararán el castigo para recibir el castigo generalizado de la civilización libre que no concebía que un dirigente mundial como Putin iba a llegar a esos extremos de querer aniquilar a una nación que estaba en paz y trabajando en el desarrollo de sus habilidades agrícolas y tecnológicas.

Zelenski, utilizando acertadamente el símil de los orcos y los elfos o sea la violencia y la maldad despiadada de los rusos como los orcos y por el otro lado el pacífico e inteligente proceder de los ucranianos como los elfos. Sin embargo, esa guerra le está saliendo muy cara a Putin que no esperaba el rechazo mundial con la avalancha de sanciones impuestas que ya afectan la economía rusa.

La ayuda económica y material se ha volcado masivamente para resguardar a Ucrania. El rechazo a la invasión con un valeroso esfuerzo de represalia para aguantar el avance ruso ha permitido a los ucranianos forzar a los rusos a repensar sus objetivos y propósitos bélicos de manera que muy pronto podrían estar conversando siempre y cuando los rusos se retiren de los territorios ocupados y Ucrania ya desolada vuelva a ser dueña de sus territorios.