La historia de los supermercados en Santo Domingo

La historia de los supermercados en Santo Domingo

Promoción del Elah, en Santo Domingo 1961.

Para 1956 estaba tan extendido en Santo Domingo el negocio de los supermercados, que el periodista Rafael Lara Cintrón se sorprendía de esta generalización en una crónica de El Caribe: “Las amas de casa escogen con sus propias manos los artículos, comprueban sus bondades, efectúan el pago y se dirigen a sus hogares”.

Pero no solo mujeres se observan en las imágenes que ilustran su reportaje, también hombres de saco y corbata.

Recordó el redactor que la Casa Velázquez había sido la primera en implantar “el moderno servicio”, con El Mercadito, y enumeró otros que la imitaron.

“Santos” y “Bolívar”, expresó, “se han puesto a tono con el progresista sistema”.

El primero, cuyo dueño en ese momento era Rafael Fabián, estaba localizado en la Arzobispo Nouel esquina Pina, frente al parque Independencia. Fue fundado por Julio Santos Machargo, según Manuel García Arévalo.

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El “Bolívar”, situado en la misma avenida, también frente al parque Independencia, decía que allí el cliente “se lleva lo que realmente quiere, y lo saca de la nevera con sus propias manos”.

Lara afirmaba que la modalidad “evita sugestión del empleado al cliente”.

“Santos” se incorporó a la modernidad en septiembre de 1956.

“Cuando se supo que la Casa Velázquez, respondiendo al progreso de Gascue, extendió el sistema de autoservicio a El Mercadito, fueron muchas las personas que se alegraron por ello”. El vicepresidente de la naciente empresa era Arturo Rodríguez.

Fabián declaró que tenía “unos carritos donde el cliente coloca los artículos que desea llevar”. Y a esto agregaba “un sitio donde refrescarse y pasar un rato charlando”.

“El Mercadito”

“Sírvase usted mismo”. Esta era la consigna de “El Mercadito”, que se proponía “atender a la demanda del aristocrático sector de Gascue”.

El “Pueblo” existía para marzo de 1958, en la Arístides Fiallo Cabral esquina Julio Ortega Frier, frente al hospital Marión, propiedad de Adelino Sánchez, quien ya había fundado el “Elah”.

Se promovía como “el número uno de su economía”, con marcas ya inexistentes, prácticamente a cheles: papas canadienses a nueve centavos la libra; arroz Selecto a 0.15; azúcar Cisne, a 55 centavos el saquito; aceite Fundador a 13.59 la lata de 30 libras y de 15 a 6.89.

El galón de aceite Supremo costaba $3.43. Su lema era “Sostener los precios que anunciamos”.

Este negocio creció y el dos de marzo de 1962 fue inaugurado en un “edificio construido exprofeso para albergar establecimientos de esta naturaleza”, escribió Francisco Álvarez Castellanos. Esta condición la presumían otros.

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Los ejecutivos del “Pueblo” eran José Manuel Busto, Antonio Rivero, Julio García, Guillermo Martín, Olga Martín, Fernando Suárez, José Guzmán Vidal y Rosita Soler.

Repetidos brindis de champaña siguieron a la bendición, por el padre Carlos González Cutre.

El “Pueblo” abría también los domingos.

Igual caso ocurrió con el supermercado Nacional, que, aunque funcionaba desde 1935 en la calle Mercedes como un gran colmado, se trasladó a la avenida Mella esquina Santomé, el 14 de junio de 1959, anunciando haber introducido “el sistema de autoservicio que facilitaría la compra de su numerosa clientela”.

“La mejor calidad al mejor precio” era su eslogan. Adquirió modernos refrigeradores y fue reformado en su totalidad, declaró su presidente Manuel González Corripio.

Para 1967 celebraba sorteos diarios de electrodomésticos y alababa sus carnes de primera calidad. Contaba con “el experto carnicero español” José Castro Buján.

En diciembre de 1973 cobró auge con la inauguración del Centro Cuesta Nacional, en la 27 de Febrero esquina Abraham Lincoln, en la que habló el vicepresidente de la República Carlos Rafael Goico Morales. Ya el supermercado había sido abierto en este sitio años atrás.

La plaza fue bendecida por el padre Láutico García. Comenzaron a funcionar a partir de ese día la cafetería Flamboyán, Barberia Nacional, R. Esteva & Compañía, Joyería Di Carlo, sucursal Banco de Reservas, López de Haro, Farmacia Normal, Hallmarck, Fémina, ropa para damas, Gimnasio Camilo, Floristería Nacional, Prieto Tours, Lavandería Mecanizada, La Margarita y Los Muchachos.

“Arguelles”

Tenía una fuente de agua dentro de un salón de recibo al que daban frente los establecimientos.

El “Arguelles” aparece como colmado en 1944, en la Padre Billini esquina “Benefactor” (Fabio Fiallo), muy prestigioso y demandado. Su fundador fue José Arguelles.