La íntima relación entre Economía y Psicología

La íntima relación entre Economía y Psicología

Fernando Álvarez Bogaert.

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A Mercedes y Siegfried

En el artículo anterior tratamos sobre ¿por qué tomamos decisiones que a simple vista parecen irracionales? terminamos con la siguiente interrogante: ¿ahora qué se está haciendo con este tipo de información?
En esta ocasión veremos cómo están siendo usados los principios a través de la economía conductual y sus implicaciones y riesgos.

Daniel Kahneman explicó que las personas toman decisiones de acuerdo a dos sistemas fundamentales. El primer sistema es denominado intuitivo y el segundo, es denominado racional. El sistema intuitivo da por sentado que no estamos pensando conscientemente la acción que vamos a tomar, sino que nos dejamos llevar por nuestro instinto de manera natural. El segundo sistema es aquel en el que el ser humano está conscientemente sopesando las alternativas disponibles que tiene y calculando cuál de ellas maximiza su beneficio o le genera más utilidad. Se define, en la economía, la utilidad como la medida de satisfacción que tiene la persona cuando valora la elección de algo.
El segundo sistema ha sido utilizado como fundamento económico hasta el surgimiento de la economía del comportamiento.

El concepto básico de la teoría del comportamiento es que los individuos no están todo el tiempo tratando de maximizar su utilidad. Tomando esta idea como punto de partida, puede ser que las personas tomen mejores decisiones en su vida, si son guiados adecuadamente, en vez de actuar por simple intuición.

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El mundo está viviendo en uno de los momentos más críticos desde el punto de vista económico y geopolítico de las últimas décadas. Por eso es tan importante que los países tomen decisiones que se sustenten en una racionalidad colectiva y sin sesgo. Solo podría lograrse con la participación de todos sus ciudadanos debidamente empoderados.

De la misma forma, se pueden enfrentar situaciones como la de hoy día, en donde la inflación, la desglobalización y el aumento de las materias primas están ahogando las economías mundiales. Estoy convencido que con el empoderamiento y la transformación necesaria se pueden lograr avances significativos.

Teniendo en cuesta esto, los hacedores de políticas tienen que encaminar a las personas a tomar decisiones beneficiosas para todos. Tal como hemos visto en estas entregas, existe una manera diferente de hacer las cosas desde una perspectiva económica más humana. Usando tal vez los mismos recursos, podemos obtener mejores resultados.
Pero para lograr esto es necesario tener una actitud flexible a las nuevas perspectivas que nos brinda la economía del comportamiento. La creatividad, unida a la disciplina y al pensamiento crítico puede dar solución a problemas nuevos en un mundo de gran incertidumbre.

Estoy convencido que, aplicando las políticas adecuadas, tomando como referencia que los individuos actúan con irracionalidad y no siempre enfocados a la utilidad en el largo plazo, se puede crear un bienestar común aun sacrificando las tradiciones y aplicando medidas disruptivas.

Investigadora: Julissa Lluberes.

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