En los cuatro días previos al encuentro que enfrentará a la Albiceleste contra Australia se han tenido que bloquear calles
Seguidores incansables, timos que aseguraban una velada inolvidable con el ídolo y hasta un incidente migratorio han jalonado la presencia de Lionel Messi en China, donde el jugador llegó el pasado 10 de este mes en medio de una “Messimanía” que tiene a la ciudad teñida de blanco y celeste.
Lo que podría ser un evento festivo para los aficionados chinos, faltos de fútbol de altos vuelos tras años de draconianas restricciones antipandémicas, se ha convertido en una muestra de lo que muchos han denominado en las redes sociales del país como “seguidores ilegítimos” de Argentina, y de Messi en particular.
En los cuatro días previos al encuentro que enfrentará a la Albiceleste contra Australia en el Estadio de los Trabajadores de la capital de China se han tenido que bloquear calles, anular eventos y denunciar estafas, aunque otros destacan que “Messi vino a jugar un partido internacional, no a reunirse con seguidores”, en esta ciudad.