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CUANDO JEAN RENOIR INSPARABA LA MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE DE SANTO DOMIGO.
Por una extraña razón, que apenas puedo explicar, he pensado en Jean Renoir y al escribir descubro la razón exacta de esas reflexiones. Conozco su obra, la he disfrutado, tuve que estudiar sus guiones, repletos de sensibilidad humana sus personajes, mostraban un Jean Renoir con un conocimiento del ser humano y sus pasiones, que todavía es sorprende: Nana (1926).
La petite marchande d` allumettes ?(La pequeña vendedora de fósforos)? 1928. El crimen del señor Lang 1936 (Le crimen du Monsieur Lang) o finalmente: La Gran ilusión (1937) La Regla del Juego (1939) …
Todas estas películas, apenas algunas de Jean Renoir, marcaron todas mis ilusiones por el amor al cine para siempre, Renoir su pasión y su entusiasmo, nos marcaron una senda para hacer de las actividades de cine una Gran Ilusión de vida y mejor tiempo para vivir, porque de eso se trata.
Si evoco a Jean Renoir, al mismo tiempo evocaría a François Truffaut, cuya pasión por el cine fue inoculada por el mismo Jean Renoir, en otras palabras : siempre tuve la impresión de que la Muestra Internacional de Cine, su estructura mágica de funcionamiento, dependía de esa mística entusiasta que el cine, el puro cine nos daba y obviamente cuando recuerdo todas esas reuniones, entre el humor y las arduas discusiones, pienso en el grupo que fuimos y lo que el regusto por el cine podía generar en un grupo tan diverso en ideas, clases sociales y gustos estéticos.
Ángel Hache, con su brillantez siempre entendió esa dinámica de grupo tan atípica, en broma y en serio en el lobby de la Cinemateca Dominicana, asesinada por un Arquitecto (caso único en el mundo, aquí tenía que ser) alguna vez lo dialogamos…
Para calibrar en el tiempo, la mística de la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, la profunda entereza de su entrega, su sentido profesional y el amor sagrado a su público, que lo tuvo y fiel, recrear las ideas de Jean Renoir, le hace más que justicia.
SOLITARIA A BASE DE ESFUERZOS: SU LUCHA APARENTE CONTRA UN FESTIVAL OFICIAL MAÑOSO Y ABUSIVO…
En la historia presidencial de la Republica Dominicana, pocos presidentes se habían interesado por tener su » propio festival de cine «… ( Culico veo, culico deseo , reza el dicho murciano). Pero debo recordar en plan autocritico, que por amor al cine me equivoque y largo cuando el 21 de febrero del 2004 escribía lo siguiente en el suplemento de Areito de la misma fecha:
«Por todas estas razones, sabiendo que cumplimos con nuestro deber, hemos apoyado este festival de Funglode, cuya vocación de nacimiento no es competir, cuya vocación no es vivir intentando acuchillar la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, por la espalda, cuya vocación no es chismear y desconocer labores hechas, cuya vocación de nacimiento es amar el cine como el ciudadano común, para despertar ese regio y non plus ultra Citizen Kane, que todos, por amor a Orson Welles, llevamos dentro, porque el amor al cine siempre será mejor que al amor Dios.. (“¡Ha Blasfemado, ha blasfemado, ha blasfemado, ha blasfemado! ”). «
Han pasado 17 años desde que publiqué, aquel texto ingenuo y confiado: la realidad real, valga la tautología posible, nos dio a todos en la cara, existe un correo recibido por Rosa Maria Rovira,(*) además en inglés, desde una oficina de dicha organización en New York, donde se le recordaba » que el festival oficial de la Republica Dominicana, era el festival de Funglode «… Ese, entre otros episodios de competencia desleal, fueron clasificados como la mejor expresión de que el peso del estado y su gobierno estaban contra nosotros, yo nada me llevo a la tumba, no tiene sentido, desmiente con cobardía la propia historia que he vivido.
Hago constar que Arturo Rodríguez Fernández, en su momento ofreció a ese festival, sus mejores oficios… En lo que a mí respecta esta fue mi posición al comprender, lo que había constatado.
Al margen de eso, ya en la dirección de la Cinemateca Dominicana, con la oposición tajante del ministro de cultura de entonces, entendí que si bien todas esas cosas nocivas no venían de arriba contra la Muestra Internacional de cine de Santo Domingo, era evidente que los lambones de turno correveidile, lechuguinos, adláteres calieses, y demás escorias pensaban que haciendo daño en el exterior a la Muestra Internacional de Cine, brindaban gran servicio a su jefazo, convirtiendo aquel festival, según el comentario de un invitado mexicano indignado : en un festival de » Guaruras «… (voz despectiva mexicana para lo calieses o guardaespaldas )
Al cabo del tiempo, se observa que la maldita vanidad de nada sirve.
La Muestra Internacional de Cine fue un maravilloso esfuerzo ciudadano cultural, cuya historia nadie, pero nadie podrá cambiar: escribió páginas gloriosas en materia de animación cultural cinematográfica, no pudieron con ellos, tampoco con nosotros tampoco…
LA EDICION XX DE LA MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE: HA QUEDADO EN VUESTROS CORAZONES.
La edición de Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo número 20, fue imposible hacerla.
La desaparición dolorosa de la madre de la Muestra, Lidia Basto lo impidió. Entregó su tiempo y su gran entusiasmo a esa obra maravillosa, la entendió como todos la entendíamos: una organización al servicio de la cultura visual que formó un gran público de clase media con el apoyo del mejor cine mundial.
La Muestra Internacional de Santo Domingo, la numero XX, esa que todos los días se proyecta en vuestros generosos corazones, estará dedicada a Lidia Basto y Arturo Rodríguez, en sus memorias esperemos que mejores tiempos estén por venir para el cine de arte y ensayo, nuestros ojos serán esa voragine ludica, que siempre nos ayuda a vivir con trascendencia, que así sea… (CFE)
( * ) Rosa María Rovira, fue una excelente funcionaria del Departamento América del Icaic,instituto de cine cubano.
Los textos de sus correos muestran la afabilidad y su simpatía por la Muestra Internacional del Cine.
Queremos lo mejor para ella, no importa donde esté en Cuba.