Asunción. EFE.
La Organización de Estados Americanos (OEA) instaló ayer su 54 Asamblea General en Paraguay con la atención centrada en Bolivia, después del intento de golpe de Estado.
“Los golpes de Estado, que han significado torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones y asesinatos, no deben tener nunca más lugar en las Américas. Debemos ser capaces de darle a nuestras democracias las mejores instituciones, las mejores soluciones. No hay lugar para esto”, dijo el secretario general de OEA, Luis Almagro.
“Esta organización que ha aportado a la paz, tiene que seguir aportando a la paz”, agregó Almagro, que liderará su última Asamblea General tras 10 años como titular de OEA.
El otro anfitrión de la cita, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, también se refirió al fallido golpe de Estado en Bolivia y lo tildó de “intolerable e inadmisible». “Condenamos cualquier intento de subversión de la sagrada democracia y apoyamos al Gobierno legítimo de Luis Arce”.