La ONU que habla y delega sin actuar en el Haití bajo terror

La ONU que habla y delega sin actuar en el Haití bajo terror

El «respaldo moral» a Kenia para que encabece tropas hacia Haití expresado por la Organización de Naciones Unidas no se ha traducido en acciones sino en promesas y sucesivos aplazamientos; lo que no extraña porque se trata de un país de pobreza africana con muchas contradicciones y tropas de dudosas capacidades. Algunos otros Estados de escasos recursos que se ofrecieron siguen ocupados en sus problemas internos sin dar un paso al frente; una misión de paz con el motor fundido por el notable desprecio del elenco de países de alto desarrollo y medios para los protagonismos que han asumido con fervor y costos en otras latitudes. Aún más: la propia ONU de alharacas y declaraciones de principios ha tenidos tropas pacificadoras propias en varios lugares del mundo hasta con muchas bajas como ha ocurrido durante las masacres de Israel sobre la franja de Gaza. Sin dar un paso atrás aunque ahora parece temer a los grupos terroristas de los desmanes en el vecino y sufrido Haití de pieles oscuras y mucha miseria.

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Los cascos azules han hecho frente a diferentes fuerzas en conflictos regionales y en su último período de actuaciones financiadas por potencias del globo operaron en al menos diez puntos distantes. Noventa mil soldados bien equipados y entrenados que ni siquiera rehuyeron ingresar a la sangrienta Somalia. El Barbecue de las tropelías criminales en Haití debería declararse ganador por «forfeit». Sus contrincantes de las teorías huyen sin pelear.