La otra lectura. Entre lo permitido y lo correcto

La otra lectura. Entre lo permitido y lo correcto

Pedro René Almonte Mejía. Instagram y twitter: @pralmonte

Hay personas que se pasan su vida intentando hacer lo correcto desde su propia óptica , lo cual muchas veces no coincide con el punto de vista de los demás ; uno puede cometer errores , equivocarse e insistir en dichos errores , por dos razones fundamentales : Ignorancia o conveniencia . Uno se equivoca por falta de conocimiento, de modo que ni se imagina que está equivocado; y por conveniencia, cuando sabe que tal o cual cosa está permitida pero no es correcto hacerlo, aunque en lo particular le “convenga”. El entrecomillado de la conveniencia, es porque en términos individuales y coyunturales algo te puede convenir pero no necesariamente sea lo correcto, lo cual con el tiempo seguramente podría pasarte factura; porque lo mal hecho, está mal aunque esté permitido.
Por tanto, hacer lo correcto podría ser algo subjetivo si lo vemos desde el punto de vista de que “cada cabeza es un mundo” y lo que para mí está bien para ti podría no estarlo. Pero para hacer una evaluación filosófica de qué es correcto y qué no, gracias a los griegos podemos sacar unos ensayos de ética, de esos que tenemos empolvados en un rincón. Moral y ética; estas palabras que hasta hay quienes la fusionan, las confunden y las malinterpretan (por ignorancia o conveniencia). La ética es la rama de la filosofía que estudia lo correcto o equivocado del comportamiento humano; la ética estudia qué es un acto moral, cómo se justifica desde la razón un sistema moral, y cómo se debe aplicar a nivel individual y social-colectivo. La ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica, mientras la moral es práctica; la ética trata sobre la razón y depende de la filosofía, en cambio la moral es el comportamiento que llevamos en nuestras vidas en términos prácticos. Etimológicamente moral y ética significan lo mismo pero la primera es práctica, la otra es teoría.
Por consiguiente, habría que evaluar desde la ética si la “movida” del magistrado Roberto Rosario apoyando las aspiraciones del ex presidente Leonel Fernández, fue moral o fue meramente por una conveniencia individual. Esta acción a nuestro entender manda un pésimo mensaje a la población, puesto quien otrora administraba los procesos electorales, en los cuales hay tantos intereses en juego, tiene y tuvo algún preferido; y peor aun … esto sirve para alimentar las bocas de sus detractores, que siempre lo vieron como alguien parcializado y en el cual no se podía confiar. ¡Magistrado, a veces hacer lo permitido no es hacer lo correcto!
El Apóstol Pablo (Saulo de Tarso) dijo al pueblo de Corinto: Todo me es lícito, pero NO todo conviene; todo me es lícito, pero NO todo edifica. (1 Corintios 10:23)
Dejo esto aquí, porque como dicen algunos aquí en el patio… nadie llega al padre si no es a través del hijo y que hasta Dios está con Leonel… ¡Así NO señores!