Por Julio Ravelo Astacio
Se ha sentido usted solo? ¿Le ocurre con frecuencia, es ocasional? Por el contrario, ¿le pasa la mayoría de las veces? ¿Tiene la sensación de que, aunque tiene muchos conocidos, ninguno le hace sentir confianza para llamarle amigo y compartir momentos de disfrute, gozo o algún hecho relevante que haya marcado su vida o lastime su existencia?
La soledad es una enfermedad. El sentirse solo es una sensación desagradable y molesta, pero no solo eso, en la medida en que las ciudades crecen, se disgrega parte de la familia, de los amigos, desapareciendo unos y marchándose otros, se amplía la posibilidad de que la soledad le envuelva con todas sus características y consecuencias.
No obstante, debemos reconocer que ella puede ser positiva. Es oportunidad para la reflexión y la introspección. Cuando ud la procura y la obtiene le resultará muy provechosa para: pensar, reflexionar, escuchar música, leer un buen libro, escribir sobre cosas que le preocupan o inspiren. Esas y otras actividades requieren de la soledad como grata compañía.
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A veces, se tiende a pensar que sólo las personas de edad avanzada, son las que pueden padecerla, pero, cada vez es mayor la cifra de personas jóvenes que la sufren.
La soledad contribuye al aumento de enfermedades como: Hipertensión Arterial, enfermedades cardiovasculares, Diabetes, Artritis, Depresión, Ansiedad, Alzheimer, disminución del sistema inmunológico con lo que la persona se torna más vulnerable a las enfermedades infecciosas.
La soledad no deseada, es un mal contemporáneo mundial. Según el Eurostat, en 2015 el 6% de los adultos en Unión Europea, no tenían a nadie a quien pedir ayuda cuando la necesitaban.
En el Reino Unido es ya un asunto de Estado, creándose el ministerio que se ocupa de la misma en el 2018. Esto en respuesta a un estudio que demostró que la misma afecta a 9 millones de británicos. Tracey Crouch fue designada: secretaria de Estado para combatir la soledad.
El primer ministro japonés, designó a Tetsushi Sakamoto, 2021, al frente del Ministerio de la Soledad y el Aislamiento.
Con esa medida se intenta combatir el elevado número de suicidios que durante la Pandemia del Covid 2020, se elevó a 20,919 personas. A la ciudad alemana de Berlín se le llama: “la capital de la soledad”. En dicha ciudad uno de cada 10 residentes es afectado por este problema.
Al menos 300 personas murieron en sus apartamentos cada año, sin que nadie se haya enterado, a veces por varias semanas. En Berlín, en 1 de cada 2 hogares vive una persona sola.
En otros países: Alemania, Canadá, Australia y España están contemplando crear su propio ministerio dadas las dimensiones del problema.
Casi la mitad de los estadounidenses (46%) dicen que ocasionalmente o siempre se sienten solos. Las personas más solitarias en Estados Unidos provienen de la “generación Z”, es decir, el grupo nacido a finales de los 90 e inicios de los 2000.
El ser humano es un ser social, de forma constante entra en contacto con otros, y es una necesidad hacerlo, de lo contrario pasa a vivir la soledad dentro de la multitud.
El covid ha contribuido de manera importante a la soledad y aislamiento de las personas en el mundo. Todavía estamos lejos de saber todo el daño que esa pandemia ha causado a la humanidad, y la esfera mental junto a la cardíaca y la pulmonar parecerían ser de las más afectadas.
Algunas sugerencias:
- Realizar actividades para prevenir la soledad social, el aislamiento y proteger los lazos entre las personas.
- Procurar soluciones digitales que conecten a los que se sienten solos.
- Campaña en las redes sociales sobre el particular.
- Línea directa para personas mayores solitarias que pasan vacaciones solos o viven siempre solos.
- Participar en un club social.
- Ayudar en labores comunitarias de: iglesias, escuelas, hospitales.
- Participar en labores de jardinería, ornato en un parque, cuidado del medio ambiente.
- Ejercitarse. Salir de casa a un parque cercano, tomar el sol, conversar con alguien. De ser posible llamar viejos amigos y familiares.
- Tener una actitud positiva ante la vida.
Reconocemos que es difícil estar rodeado de personas y sentirse infinitamente solo. “¡Vete soledad! y ella apegada a todo mi ser, cual crustáceo a piedra de mar”.