La Tierra  no es la misma al día siguiente

<p><span>La Tierra  no es la misma al día siguiente</span></p>

POR DOMINGO ABREU COLLADO
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Uno de los casos más notorios en relación con el tema de los deslizamientos de tierra y los efectos sobre la población es el ocurrido en Sánchez, Samaná. Sobre este caso expuso ampliamente la ingeniera María Calzadilla durante el Taller Internacional sobre Deslizamientos de Taludes.

Para esta parte de hoy vamos a citar el documento presentado por un equipo de técnicos compuesto por Carlos Sánchez Córdova, Fortunio Ubiñas Brache, Santiago Muñoz, Carlos Ginebra Cocco, Persio Díaz, Rafael Marte, Leonarda Matos, Grey Castro, Luis Rodríguez, Luz Sepúlveda y Antonio Cocco Quezada.

Los deslizamientos de tierra son movimientos que se producen al superarse la resistencia al corte de un material a lo largo de una superficie de debilidad o a través de una franja estrecha de material menos resistente que el resto. Los deslizamientos en laderas constituyen un accidente habitual de la corteza terrestre, y están asociados generalmente a lluvias intensas. Los deslizamientos se producen en laderas que poseen características favorables para su desarrollo y suelos de baja resistencia. Además hay que considerar otros elementos relacionados como la deforestación, las aguas subterráneas, etc.

El hundimiento de tierra es una depresión localizada en la superficie terrestre producida por el derrumbamiento de alguna estructura interna, como una cueva, mal manejo de los depósitos de agua subterránea, o depósitos de petróleo, tuberías de agua rotas, suelos mal compactados y otras. Suceden sin previo aviso y afectan a los edificios situados encima y colindantes. De manera que, a diferencia de los deslizamientos que se

desplazan a lo largo de una pendiente, los hundimientos son desplazamientos verticales en la corteza terrestre.

Si le atribuimos a los eventos que están ocurriendo en la actualidad en la ciudad de Sánchez, como hundimientos, estaríamos penalizando la zona para su consideración en términos de desarrollo turístico y del valor de la tierra, ya que serían muy difíciles inversiones en terrenos que se encuentran en proceso de descensos bruscos y repentinos. Vamos a ver los procesos actuales: deslizamientos locales de Sánchez.

Los escenarios medioambientales
Climatológicos

La región está expuesta a las variaciones del viento alisio através de año y que es responsable, en parte, de la alta pluviometría de la zona.

Durante el invierno la región recibe las precipitaciones y descensos de temperaturas de los frentes fríos que se mueven al sureste y durante el verano, las ondas tropicales, tormentas y huracanes forman parte de su climatología y gobiernan las acciones que deben ser tomadas cuando se producen excesos de agua. Estas lluvias intensas y frecuentes son el principal factor para que se produzcan deslizamientos de tierra.

Geológicos

El informe del Servicio Geológico Nacional señala que » las rocas del municipio de Sánchez pertenecen a una pequeña cuenca de deposición que ocurre en el borde de la falla septentrional o falla norte de Samaná, presentando rocas, arcillas plásticas, limos pobremente compactados y arenas poco consolidadas. La roca base de la

formación de Sánchez son las calizas, las cuales constituyen la zona montañosa».

Las arcillas expansivas tienen la propiedad de que al empaparse de agua se expanden o aumentan su volumen. Esto hace suponer que los terrenos arcillosos en climas de variabilidad climática importante, se deforman y empujan taludes, rocas, carreteras, etc. Provocando deslizamientos y desprendimientos.

La tectónica de placas

«La tectónica de la zona de Sánchez estructuralmente es compleja, con pequeños movimientos a lo largo de fallas verticales. La zona ha sido sometida a intensos movimientos tectónicos. Estudios fotogramétricos y de campo muestran tres sistemas de fallas en toda la zona, un sistema NW a SE, o segundo E a W y un tercero NE a SW» . Varios terremotos ocurrieron en la región en 1946.

La hidrología de la región debe tener presente la alta pluviometría que se produce sobre la Sierra de Samaná, que sobrepasa los 2000 milímetros anuales que generan numerosas corrientes de aguas superficiales en forma de arroyos y cañadas, siendo el más conocido el arroyo Gri-Grí.

Debido al tipo de suelos que hemos visto anteriormente hay también depósitos de agua y corrientes subterráneas. El río Yuna descarga a la bahía de Samaná al suroeste de la ciudad de Sánchez y puede ser parte importante del mecanismo de erosión de las costas.

Las precipitaciones en 24 horas pueden superar valores de 500 milímetros con altas intensidades en 30 minutos y una hora capaces de aumentar los caudales de los ríos, arroyos y cañadas que erosionan las bases de las laderas y provocan gran cantidad de deslizamientos.

Es importante considerar la configuración de la bahía de Samaná y la localización de Sánchez en el noroeste de la misma. Los huracanes que pasan al sur de la bahía generan vientos que tienden a acumular las aguas en las costas oeste, aumentando el nivel de las aguas, represando el río Yuna y los oleajes fuertes comunes en estos casos erosionando la base de las laderas.

Las amenazas naturales en la región

Vista la posición geográfica a nivel nacional y regional, las experiencias recientes y la historia de sucesos ocurridos podemos señalar que la zona del municipio de Sánchez puede quedar expuesta a la mayoría de los desastres que se han identificado para la República Dominicana, siendo mínimos los que tienen que ver con la escasez de agua como los incendios forestales y las sequías. Los que podemos esperar con mayor

frecuencia están relacionados con el exceso de agua, por la alta pluviometría de la zona, que desencadenan crecidas violentas, saturación de los suelos y deslizamientos de tierra.

Por otro lado tenemos las fallas geológicas que forman parte de la gran falla activa de la Cordillera Septentrional que debe ser tomada en consideración cuando hablamos del desarrollo y de la resistencia estructural de las edificaciones para soportar las fuerzas que puedan generar sismos importantes. Hay que tomar en consideración además los  vientos fuertes que generan los huracanes y los posibles represamientos de las aguas del río Yuna por las mareas de tempestad y los oleajes fuertes que se generan con el paso de estos al sur de la isla y que pueden provocar fuertes erosiones del mar en las costas de Sánchez.

Sin embargo, probablemente más importante que la alta pluviometría de la zona, la existencia de fallas geológicas o la influencia del mar sobre las costas, son las acciones indebidas que hacemos los humanos sin tomar en consideración las amenazas de la naturaleza de la Región. Un estudio realizado en Grecia demostró que el 35% de los deslizamientos se deben a actividades humanas, mientras que en las «favelas» de Río de Janeiro, los asentamientos desordenados causaban el 60% de los deslizamientos de tierra. El terremoto de Kobe de Japón demostró que los deslizamientos en áreas urbanas son mayores que los que se producen en las áreas rurales.

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