La transformación del museo en la era digital

La transformación del museo en la era digital

Por MIRFAK ROWLAND

La incorporación de la inteligencia artificial y de la realidad virtual y aumentada ha sido clave para mejorar la experiencia del visitante y atraer nuevos públicos a los museos en diversas partes del mundo.

En la nueva era de los museos, el espectador y las comunidades se han convertido en protagonistas en la construcción del conocimiento, a partir de la realidad que exponen estos espacios en sus salas y contando con los avances tecnológicos como grandes aliados en este proceso que ha reivindicado el papel de estas instituciones en la sociedad. Pero no siempre fue así, pues esta evolución del museo hacia la era tecnológica se inició formalmente en el año 1971 y tuvo como punto de partida la IX Conferencia Internacional del Consejo Internacional de Museos (ICOM) en Grenoble, Francia.

Los esfuerzos en procura de una transformación de los museos cobraron mayor relevancia un año después con la Declaración de la Mesa de Santiago de Chile, celebrada en 1972 por la UNESCO y el ICOM, como resultado de un trabajo interdisciplinario sobre “El desarrollo y papel de los museos en el mundo contemporáneo”.

Las conclusiones emanadas de estos encuentros marcaron un antes y un después en la historia de la gestión de los museos, al recoger recomendaciones sobre el papel de los mismos en el contexto social. Entre estas destacan la necesidad de “actualizar los sistemas museográficos tradicionales a fin de mejorar la comunicación entre el objeto y el espectador”, de “estimular el desarrollo tecnológico en base a la realidad existente en la comunidad” y de que los museos “se abran a la sociedad, convirtiéndose en instituciones dialogantes, capaces de responder a los nuevos retos sociales dinamizando la vida ciudadana”.

Ambas citas, que reunieron a políticos y autoridades en el ámbito museístico internacional, desempeñaron un papel fundamental en el fomento de una visión más moderna y vanguardista de los museos, donde el progreso científico y tecnológico se erige como un factor de indiscutible valor para establecer un diálogo efectivo entre estas instituciones culturales y sus audiencias, cuyo objetivo es el de propiciar un análisis crítico del pasado, el presente y el futuro.

Hoy vemos el resultado de los postulados establecidos hace más de medio siglo, con la evolución de un museo que se involucra en el quehacer de sus comunidades, que conecta con las generaciones actuales a través de las innovaciones tecnológicas, que cautiva con experiencias lúdicas y vívidas, que rompe barreras comunicacionales y que se preocupa más por el ahorro de recursos, automatizando sus procesos administrativos, museográficos y mercadológicos.

Es impresionante ver cómo adultos, jóvenes y niños se sumergen en el fascinante universo museal gracias a las diferentes estrategias que se implementan en estos espacios, valiéndose del uso de diversas herramientas afines a cada público para propiciar el debate de ideas y la reflexión en torno a principios como la justicia, la paz, la democracia y el respeto a los derechos humanos.

La brecha generacional se está rompiendo en lo referente a la interacción de estas instituciones con las audiencias, ya que el museo de este siglo ha aprendido a integrar los recursos tradicionales, que por décadas han resultado efectivos para atraer y cautivar a las personas de edad más avanzada, con las novedades que ofrece la tecnología en un mundo en el que cada día predominan los nativos digitales.

La incorporación de la inteligencia artificial, y de la realidad virtual y aumentada como recursos de apoyo a la museografía ha transformado la manera en la que los museos recrean las historias que se relatan en sus salas, y el visitante ha pasado de ser un espectador a ser participante activo en dicha narrativa. Ello, como consecuencia, fomenta a niveles nunca antes vistos la conexión museo-público, ya que induce a este último a vivir una experiencia inmersiva en la que no solo se interactúa con el pasado, sino que también se experimenta con el futuro.

Citando tan solo algunos ejemplos de museos que han incurrido en estas nuevas prácticas en los últimos años, tenemos el caso del Museo del Louvre. Este presentó su primera experiencia de realidad virtual, denominada “A solas con la Gioconda”, en la que, utilizando un casco de realidad virtual, el visitante pudo apreciar la obra desde una novedosa perspectiva y, asimismo, descubrir las últimas investigaciones científicas llevadas a cabo sobre Leonardo da Vinci, sus técnicas y sus métodos pictóricos.

De igual modo, el British Museum puso a disposición de los visitantes la descarga gratuita de 14 piezas de su colección, las cuales pueden imprimirse utilizando la técnica de 3D, creando así una representación volumétrica de la obra.

Por su parte, el Museum of Modern Art (MoMA) presentó la exposición titulada “Unsupervised”, una gran instalación de tres obras digitales del artista Refik Anadol que incorporaron la inteligencia artificial para interpretar más de 200 años de arte de la colección de este importante museo estadounidense.

Otra institución que se ha actualizado en materia tecnológica es el Museo del Holocausto, en Argentina, el cual ofrece un recorrido virtual 360 que permite visitar en línea su exhibición permanente. Esta narra la historia del Holocausto (Shoá) y sus repercusiones en el país sudamericano. Dicho recorrido cuenta también con audios y aplicaciones interactivas.

Finalmente, vale la pena mencionar una exhibición muy interesante que integra recursos tecnológicos y que ofrece el museo Allard Pierson, en Amsterdam. Esta muestra interactiva permite que el visitante, mediante el uso de una cámara y un iMac, pueda recrear unas ruinas históricas en tres dimensiones.

El gran desafío del museo en la actualidad consiste en continuar adaptándose a los cambios tecnológicos acelerados que marcan el ritmo de las sociedades, sin perder de vista su misión de investigar, preservar el patrimonio de las comunidades y propiciar la difusión y expansión del conocimiento.

En nuestro próximo artículo analizaremos casos de museos dominicanos que utilizan la tecnología como aliada de primer orden para conectar con sus audiencias, contribuyendo de esta manera a propiciar una revolución del museo local en la era digital.