Los políticos saben que no tienen una varita mágica para resolver los problemas del país, pero cuando están en campaña electoral hablan y prometen a diestra y siniestra como si así fuera, conscientes de que nadie les pedirá cuentas si los votantes les dan la oportunidad de cumplirlas, además de estar convencidos, aunque no lo digan de la boca para fuera, de que en estos tiempos tienen licencia para mentir sin consecuencias.

Por eso vemos cómo un candidato a la alcaldía del Distrito Nacional dice que sabe cómo resolver el problema del drenaje pluvial, un dolor de cabeza que atormenta a los residentes del Gran Santo Domingo cada vez que llueve con cierta intensidad. Y de ñapa también el problema que representa la Calle 42 de Capotillo, una “expresión de cultura urbana” con muchas cosas positivas que aun hay tiempo de rescatar.

Según Domingo Contreras, candidato del PLD y la Fuerza del Pueblo, para resolver el problema primero hay que sentarse a discutir con los líderes comunitarios para generar una intervención que responda a las necesidades de los sectores involucrados, y auxiliarse de un grupo de sociólogos que hagan un estudio diagnóstico sobre la realidad del populoso barrio.

Coincidencia

Nueva vez vuelve a demostrarse que con una grabadora y una cámara delante nuestros problemas son más fáciles de resolver, sobre todo cuando se está en la oposición. Y aunque todos sabemos que no hay soluciones sencillas ni rápidas para Capotillo y su gente, que no debe ser juzgada por lo que ocurre en La 42, violento santuario del dembow y el reguetón, lo cierto es que todo lo que se ha hecho hasta ahora, operativo tras operativo, ha sido un rotundo fracaso.

Es poco probable, según lo que anticipan las encuestas, que Domingo Contreras tenga la oportunidad de probar su varita mágica con Capotillo, que necesita con urgencia que alguna autoridad, de las que están o de las que vengan, se tome en serio el derecho de sus residentes a vivir en paz y con dignidad.