Dar el pecho a un bebé no tiene que doler. Los fisioterapeutas señalan la comodidad y las posturas ergonómicas como claves para evitar cualquier tipo de dolor o lesión durante la lactancia.
Inmunización para el pequeño, protección contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares para la madre: la lactancia materna cuenta con innumerables beneficios más allá de la consolidación del vínculo madre-hijo. Pero ¿Cómo debes amamantar al pequeño? ¿Existen mejores y peores posturas durante la lactancia?
Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFM) se enfatiza en la importancia de la comodidad y de la postura para amamantar a los pequeños. Porque, tal y como señala la secretaria general de la organización, Carmen Mar Rodríguez, dar el pecho no tiene que doler.
“Dar de mamar no tiene por qué ser doloroso, aunque no siempre es fácil: las sesiones son largas y es muy importante tener la postura ergonómica adecuada para evitar posibles dolores musculares o, incluso, lesiones. Una de las zonas de mayor riesgo es la espalda”, indica la experta.
Posturas recomendadas durante la lactancia materna
Con esta premisa, la propia CPFM facilitan una serie de posturas con intención de evitar cualquier molestia en la madre:
- Sentada, con la espalda reposada completamente y los pies apoyados. Esta postura protege de dolores lumbares y cervicales. La cabeza del bebé tiene que descansar en el antebrazo que estará apoyado bien en un apoyabrazos o en un cojín de lactancia, para que no sea la madre la que sujete el peso de su bebé y no se sobrecargue el brazo.
- Tumbada de lado, apoyando la cabeza en una almohada. De esta forma, la madre solo tendrá que sujetar la espalda del bebé. En este caso, el niño y la madre tienen que colocarse “barriga con barriga”, de forma que es el bebé el que se acerca al pecho y no al revés.
- Para conseguir una buena alineación/succión… Se debe hacer coincidir la nariz del bebé con el pezón. Así logra una extensión de la cabeza que facilita el vacío para la succión y la deglución. El bebé abre la boca introduciendo en su interior el pezón y parte de la areola.
- Los labios del pequeño deben estar evertidos (vueltos hacia fuera). Sobre todo el labio inferior doblado hacia abajo y la nariz y mentón pegados al pecho de la madre.
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Beneficios de dar el pecho
Un 47% de las madres españolas se deciden por la lactancia natural para alimentar a sus bebés en sus primeros meses de vida, de las cuales un 29% lo hace con de forma exclusiva. Una cifra baja si se toman como referencia las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja que todas las madres que puedan amamanten a sus hijos, al menos hasta los seis meses de vida.
Y es que los beneficios de la lactancia materna son enormes, tanto para la madre como para los bebés:
- Creación de una conexión y un vínculo madre-hijo.
- Proporciona los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.
- Inmuniza frente a numerosas enfermedades a los lactantes y reduce significativamente sus visitas a las urgencias hospitalarias.
- Para las madres supone una importante protección contra algunos tipos de cáncer (mama, útero) y enfermedades cardiovasculares.
Cuándo comenzar la lactancia
Para conseguir una adecuada subida de leche que permita mantener la lactancia desde el principio hay que iniciarla de forma precoz, nada más dar a luz. Las tomas deben ser frecuentes y sin límite de tiempo, adelantándose al llanto del bebé, de forma que este no se ponga nervioso y trague aire.