Larga tolerancia a supuestas evasiones de comercios chinos

Larga tolerancia a supuestas evasiones de comercios chinos

Los espléndidos baratillos que de un tiempo a esta parte han llenado de compradores tiendas instaladas por chinos en Santo Domingo y Santiago venían siendo denunciados desde hace tiempo por competidores dominicanos como facilitados por incumplimientos tributarios y de otros amparos de ley a empleados como pago de seguros de salud y pensiones, sujeción a salarios mínimos y prestaciones. Todo lo que usualmente (y teóricamente) recae sobre los costos de producción, servicios e intermediación vigentes en República Dominicana. Acá, donde en sentido general las evasiones, elusiones y generosidades de exenciones son un dolor de cabeza al que se suman las obstrucciones por infuncionalidades de mecanismos recaudadores. Es evidente, sin embargo, que el cobro de impuestos sobre operaciones mercantiles de patentes nacionales alcanza una eficiencia que marca la diferencia en beneficio de una inmigración laboriosa que además estaría saliéndose con la suya porque es tratada sin rigor.

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Sin reacción a las alarmas por la desigualdad causada desde el Fisco dominicano que ha usado guantes de seda para tenderos de allende los mares. El mercado dominicano es receptivo, y con buenos resultados, a la inversión extranjera de ramos industriales, servicios y comercios pero la presión de tributos, sobre la intermediación principalmente, debe ser homogénea como el sol que sale para todos. Otras facilidades y garantías institucionales de economía abierta deben ser incentivos suficientes.