Aunque el nombre de Las Damas sugiere nobleza, abolengo, alta estirpe, la denominación fue considerada durante el trujillato como tributo a las dominicanas sin dejar de reconocer que hacía honor, principalmente, a la virreina María de Toledo. En 1957 el “presidente” Héctor B. Trujillo Molina escribió una carta al Consejo Administrativo solicitando que se restituyera el nombre a esta vía, entonces llamada Colón, y afirmaba que su petición envolvía “un sentimiento a la mujer de ayer que fundó los méritos de la preparada y ejemplar mujer dominicana de hoy”.
Esta es la primera calle de Santo Domingo, bautizada así porque María de Toledo, esposa del almirante y virrey Diego Colón, se paseaba por ella acompañada de otras “nobles” cuando se alojó en la Torre del Homenaje a su llegada en 1509.
La hermosa vía, rica en historia social, política, humana, comercial, tuvo otras identidades y durante años fue la más importante no solo por sus viviendas ancestrales sino debido a que ahí funcionaron las más importantes instituciones oficiales y empresas privadas de gran actividad. Fue llamada popularmente de la Fuerza, de la Capitanía General, del Gobierno, del Palacio por los edificios o establecimientos situados en ella, como la vivienda de los Capitanes Generales de la época colonial que luego fue asiento del Gobierno o Palacio Nacional.