Hoy se cumplen 53 años del inicio de la Revolución de Abril de 1965, una gesta que marcó la historia democrática del país y que dividió a las Fuerzas Armadas, pues muchos soldados pasaron a apoyar la revuelta que buscaba reponer en la presidencia de la República al profesor Juan Bosch, víctima de un golpe de Estado auspiciado por sectores conservadores.
A continuación una cronología de lo que sucedió ese día, según el Archivo General de la Nación
8:00 a.m. Acuden al campamento 16 de agosto, por cita previa y para ser arrestados, los oficiales complotados, tenientes coroneles Giovanny Manuel Gutiérrez Ramírez y Pedro Agusto Álvarez Holguín; mayores Dr. Juan María Lora Fernández y Eladio Ramírez Sánchez; y el capitán José Aníbal Noboa Garden.
11:00 a.m. Llega al campamento 16 de Agosto el general Marcos Rivera Cuesta, quien ordenó citar a los mencionados oficiales, ordena su arresto y les informa de su cancelación.
1:30 p.m. Se inicia la acción encabezada por el capitán Mario Peña Taveras y oficiales constitucionalistas, apresando primero y a su llegada al mayor Héctor García Tejada, jefe de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército Nacional G2, al mayor Pompeyo Vinicio Ruiz Serrano, G1; al general Marcos Rivera Cuesta y demás miembros del Estado Mayor del campamento.
1:40 p.m. El teniente general Rafael Polanco llama a su casa al general Elías Wessin y Wessin para informarle que el jefe de Estado Mayor del Ejército había sido arrestado por el capitán Peña Taveras y un grupo de oficiales y soldados.
El general Wessin se dirigió inmediatamente al CEFA y convocó a una reunión a todo el personal disponible en ese momento, permaneciendo en ese campamento esperando el desarrollo de los acontecimientos. Conferenciaba con la Diecinueve de Noviembre con el general De los Santos y sus oficiales sobre la posición a adoptar frente a un aparente levantamiento militar, de cuyas fuerzas y objetivos desconocían. Sin embargo, no se producían reuniones para actuar de manera conjunta, lo que demostraba desde un principio y lo que se vería más adelante en el discurrir de los acontecimientos había una falta de unidad entre ellos.
Tanto Wessin como De los Santos optaron por no ponerse a disposición del Gobierno de facto. En la Diecinueve de Noviembre se enfrentaban dos posiciones: la primera planteaba el bombardeo inmediato de los rebeldes en sus campamentos, y la segunda, más flexible, urgía el contacto con los rebeldes para conocer sus objetivos y procurar un posible entendimiento, y solo usar la fuerza si fracasaban las conversaciones. Prevaleció esta última posición a pesar de candentes debates que se extendieron hasta las 7:00 de la noche.
En el campamento del 16 de Agosto, el coronel Hernando Ramírez ordena al capitán Héctor Lachapelle Díaz tomar militarmente Radio Santo Domingo con un contingente de soldados. Le entrega un fusil Fal con 100 municiones y pertrechos para su tropa, además de los vehículos para garantizar su traslado al lugar encomendado. Este campamento se convirtió en el cuartel general del teniente coronel Hernando Ramírez, líder local de la revuelta, concebida, dirigida e inspirada por el glorioso coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.
1:50 p.m. El capitán Mario Peña Taveras llama por teléfono a Peña Gómez y le informa de la sublevación y este lo anuncia por el programa radial “Tribuna Democrática”, que se difundía diariamente por Radio Comercial de 1:30 p.m. a 2:00 p.m., luego de confirmarlo con otro oficial complotado Peña Gómez difunde al país que “un grupo de oficiales honestos había arrestado al jefe de Estado Mayor del Ejército y anunciado su rebelión contra El Triunvirato, con el objetivo de restablecer el Gobierno de Juan Bosch y la Constitución de 1963. Pidió a la población lanzarse a las calles en apoyo al movimiento. El pueblo empieza a responder tirándose a las calles en todo el país. De inmediato, el Gobierno de facto inicia una campaña de desmentidos por Radio Santo Domingo TV, a lo dicho por Peña Gómez.
El inmenso rating del programa, que era un toque de queda de audiencia nacional, provocó que en cuestión de minutos el pueblo reaccionara en todo el país, y salía jubiloso a las calles y en acción de apoyo al movimiento. Rápidamente se empiezan a aglutinar en esquinas, calles y avenidas de todo el país.
2:00 p.m. Se produce la incursión militar bajo el mando del capitán Héctor Lachapelle Díaz, apoyado por la población que estaba conglomerada en torno a Radio Santo Domingo. Perredeístas y de otras instancias políticas, así como gente del pueblo encabezados por los locutores Luis Acosta Tejada, Luis Armando Asunción, Mario Báez Asunción, Tomás Pujols Sanabia, José Antonio Núñez Fernández, Plinio Vargas Matos, Pedro Muñoz Batista, Pedro Pérez Vargas, Rafael Moya Valdez, Tito Campusano, Rafael Corporán de los Santos, Jaime López Brache, el cantante Fernando Casado y otros ocupan las instalaciones de Radio Santo Domingo y empiezan a emitir proclamas de apoyo al movimiento, informaciones de adhesión al mismo desde todos los litorales, así como personalidades. Igualmente, a desmentir la maquinaria de información del Gobierno de facto de Donald Reid Cabral.
Al conocer la noticia del contragolpe, Rivera Caminero, que se encontraba en la jefatura de la Marina en la Feria, se traslada a Haina después de concebir una “operación de ultra mar”. El primer barco abandona Santo Domingo y procura reunir los demás que se encontraban dispersos, con el fin lógico de aglutinar las fuerzas antes de atacar. Envió declaraciones de apoyo a Reid Cabral hasta que De los Santos anunció que no tenía intención de defender al Triunvirato.
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4:00 p.m. Se produce la formación general del cuerpo de hombres ranas, dirigido interinamente por el capitán de Fragata Octavio Pérez Mota e informa sobre dos guarniciones militares sublevadas, el apoyo de la Marina de Guerra al Gobierno de facto, y le informaron que el teniente coronel M.de G. Manuel Ramón Montes Arache ha sido declarado desertor de las FA y que se busca vivo o muerto. Con esta información los ranas deciden contactar su líder natural, y planifican el envío de dos emisarios a contactarlo. Escogen al sargento Ramón Villanueva y al raso Aníbal López. Ese día en la noche se produce su primera iniciativa militar constitucionalista, y fue la neutralización de las armas pesadas asignadas al cuerpo de hombres ranas. Es otra guarnición sublevada de la que hasta ese momento no se tiene conocimiento. El cuerpo de Hombres Ranas jugará un papel estelar en los combates de la Guerra Patria desde 1965.
En un operativo policíaco comandado por el coronel José de Jesús Morillo López, apoyado por tanques y tanquetes enviados como apoyo al mismo Elías Wessin y Wessin a tomar Radio Santo Domingo, traban combate con las fuerzas constitucionalistas que ocupaban esta emisora. Una compañía de soldados rebeldes comandada por el capitán E.N. Héctor Lachapelle Díaz, teniendo como comandante de pelotones a los oficiales alférez de fragata de la Marina de Guerra Jesús de la Rosa y el teniente E.N. José Noboa Garden, se enfrentó por los alrededores de la planta de la televisora oficial a tropas de la caballería de la Policía, provocándole muchas bajas entre las fuerzas policiales.
La irrupción de tropas de la infantería del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), apoyadas por unidades blindadas, impidió que las tropas militares sublevadas terminaran de aniquilar a las fuerzas del orden público. Ante la superioridad de las ya reforzadas tropas leales al Gobierno de facto, los militares sublevados optaron por retirarse. En la escaramuza fueron tomados como prisioneros por las tropas del CEFA los tenientes García Guzmán y Manuel de Jesús Checo, junto a los demás activos dirigentes civiles del movimiento, entre los que se encontraban José Francisco Peña Gómez y el sindicalista Miguel Soto.
La sublevación militar contra el Gobierno del Triunvirato presagiaba una guerra civil.
4.30 p.m. Las fuerzas policiales que transmitieron como institución una proclama de los desmentidos sobre el golpe de Estado por Radio Santo Domingo TV, antes de dejarla fuera del aire, había empezado a arremeter represivamente contra los motines, movilizaciones y proclamas que en el seno de la población se producían en apoyo al movimiento rebelde.
Estas acciones escalonadas provocaron poco a poco el desaliento en las masas que se fueron refugiando en sus hogares, en el transcurrir de las horas siguientes. Fue establecido el Toque de Queda.
7:00 p.m. Donald Reid Cabral, presidente de facto, se dirige al país por Radio Santo Domingo TV y anuncia estar bajo control del país, que el mismo estaba en calma y que daba un plazo a las guarniciones sublevadas hasta las 5:00 a.m. del día siguiente, 25, para deponer la actitud.
La confusión que pudo quedar sobre si había guarniciones sublevadas fue confirmada por Reid Cabral en su discurso, lo que provocó la reactivación de la decisión del pueblo en apoyar al contra golpe y retorno a la constitucionalidad.
Las masas vuelven a las calles y el rumor público se reactiva a favor de los sublevados. Esa noche Wessin y Wessin ya había retirado su apoyo a Reid Cabral y este, tratando de recuperarlo, lo nombra mayor general en ese discurso dirigido al país. Wessin no se da por aludido y permanece atrincherado en San Isidro.
Esa primera noche, Donald Reid volvió a dirigirse al país, esta vez para informarle que “tropas de los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas tenían rodeados los campamentos rebeldes 16 de Agosto y 27 de Febrero, por lo que invitaba a los moradores civiles de esos lugares a abandonarlos, de manera que si hubiese la necesidad de tomar medidas contra los rebeldes, se encontraran fuera de la zona de peligro”.
A estas mismas horas, el comandante del Batallón Elite Mella, con asiento en San Cristóbal, coronel Pérez Aponte, asegura y reitera su apoyo al coronel Hernando Ramírez. Argumentó su apoyo en varias conversaciones que sostuvo con el jefe de las fuerzas rebeldes por vía telefónica, sostenidas entre el 24 y 26. Sin embargo, no actuó al momento de pedírsele refuerzos, argumentando que había que evitar una guerra fratricida y que se debía llegar a acuerdos con el otro bando.
7:45 p.m. El coronel Pedro Bartolomé Benoit arribó al CEFA en calidad de emisario del general De los Santos. (El general Wessin da la versión de que quien lo visitó fue el mismo general De los Santos). Según Wessin: “El general De los Santos vino y me pidió que me rindiera. Le contesté que se rindiera él, pero que yo me defendería (…)Le dije que se trataba de un levantamiento comunista y que yo prefería luchar hasta el fin y no rendirme”.
Según la versión de Benoit, a su llegada al CEFA encontró a Wessin conferenciando con sus oficiales. Excediéndose en su misión llegó a proponer que San Isidro, es decir, el CEFA y la Diecinueve de Noviembre juntos, se adelantaron a los rebeldes, derribando al Triunvirato, estableciendo una Junta Militar e invitando después al “otro bando” a incorporarse. Wessin no entendió ni compartió esos planteamientos respondiendo: “Ese levantamiento es comunista y hay que aplastarlo”.
Al Wessin ver la decisión de la Diecinueve de Noviembre de conversar con los rebeldes, se despidió de Benoit o De los Santos con ira: “Pues hagan lo que quieran y váyanse al carajo. Voy a presentar mi renuncia”.
La única acción detectada de Wessin ese 24 de abril fue el envío a la Capital de cuatro oficiales: el coronel Morillo López, el teniente coronel Granpolver Medina Mercedes, el teniente Morilí Holguín Veras y otro oficial no identificado.
Ante Reid Cabral, la inacción de Wessin la justificaba por la falta de oficiales suficientes por ser sábado y se había despachado a la mayoría a las 11:00 a.m. Sin embargo, en la madrugada había ordenado el acuartelamiento de sus fuerzas y contaba con más de 2,500 hombres en ese momento. De los Santos buscaba ventajas en una eventual formación de Junta Militar y simulaba lealtad a Reid Cabral.
7:53 p.m. Reid Cabral informó a la embajada de Estados Unidos que se proponía “rodear el campamento rebelde 27 de Febrero con tropas leales y cortar los servicios”.
A estas horas, seis buques de la Fuerza Anfibia Operativa del Caribe, dirigidos por el USS Boxer, un porta helicópteros, se había acercado a las costas de Santo Domingo. Era una fuerza compuesta por 1,500 infantes de marina a bordo de esos buques que también transportaban carros de combate, vehículos blindados y artillería. Era habitual la acción de esta fuerza cada vez que algo anormal sucedía en la zona del Caribe.
El general Despradel Brache, jefe de la Policía Nacional, se negó a participar en el movimiento. Esta noche responde a los reiterados llamados de adhesión que le hicieron los rebeldes. Les dijo que no se mezclaría en rivalidades entre facciones militares y que se mantendría neutral. Para los líderes rebeldes la neutralidad de tres mil efectivos policiales, con la Diecinueve de Noviembre vacilante y el Batallón Mella apoyando al movimiento tenían prácticamente asegurado el camino hacia la Capital.
11:00 p.m. Un coronel del ejército estadounidense acudió al sublevado “Campamento 16 de Agosto” a indagar sobre los acontecimientos y preguntó al capitán Mario Peña Taveras sobre lo que sucedía. Este le respondió: “Lo que está pasando aquí es un problema de los dominicanos que va a ser resuelto por los dominicanos”.
Los militares sublevados volvieron a la acción. Tropas comandadas por el coronel Francisco Alberto Caamaño asaltaron la Intendencia del Ejército Nacional, al tiempo en que otras agrupaciones de militares insurrectos ocupaban la ciudad de Santo Domingo.