Compañeros, amigos y relacionados rindieron homenaje ayer a la inolvidable periodista Leonora Ramírez Saldaña, con la siembra de un árbol de Guayacán en el Jardín Botánico Nacional a un mes de su partida de esta tierra para irse a otro mundo y abonar el espacio que compartirá luego con sus seres queridos.
Fue sembrado el árbol de Guayacán, una especie nativa, conocida por su fortaleza y longevidad, por lo que el “Leonora” vivirá por siempre, con esa sonrisa eterna que la caracterizó en durante su vida.
La colega Altagracia Ortiz, en representación de la redacción del diario Hoy, explicó que el objetivo del simbólico acto es recordar la memoria de una compañera que partió un día como ayer, el 2 de mayo, que amaba el Jardín Botánico -y la naturaleza en general- para el que siempre peleaba un pequeño espacio en el periódico.
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“La gente muere cuando tú la olvidas y nosotros queremos que ella no sea olvidada porque fue muy de nosotros, una hermana para todos sus compañeros, nos resulta difícil olvidarla; con este árbol perpetuamos su memoria”, expuso Ortiz. Gustavo Olivo, subdirector del periódico digital Acento, resaltó la personalidad de Leonora, quien siempre tenía una solución pacífica a los problemas.
Olivo, que además fue compañero de la fallecida en el diario Hoy, expuso que en esta corta vida lo que vale es tratar de no hacer daño a nadie y dejar algo que tenga algún sentido, como el amor, el afecto y la felicidad que repartió a todos sus relacionados.
La periodista Vivian Jiménez, quien compartió varios años con Leonora en el vespertino Ultima Hora, envió un mensaje desde el exterior que fue leído por la también periodista Solangel Valdez. A mi inolvidable amiga Leonora Ramírez, se titula el mensaje, en el cual expone que suele decirse sarcásticamente que no hay muerto malo, pues de todo aquel que parte del plano terrenal se destaca “lo bueno que era”, aunque no lo haya sido.
Sin embargo, en el caso de Leonora a nadie cabe duda alguna de que esa frase manida se corresponde con una irrebatible verdad. “Despedimos a una mujer ejemplar, a la persona de alma más noble y pura que muchos de nosotros hayamos conocido, alguien que sembró infinitos afectos”, dijo.