¿Les digo Algo?

¿Les digo Algo?

Nexcy D´León

Paz, salud y prosperidad como condicionantes de la felicidad son los deseos contenidos en la casi totalidad de mensajes en Navidad y Año Nuevo. Amor, fraternidad, armonía y comprensión suelen aparecer como complementos en las proclamas acostumbradas en estas fechas.

La paz, la salud y la prosperidad dependen de marcos jurídicos y políticas públicas tanto nacionales como de los grandes centros de decisión política y de poder económico a escala planetaria. Los deseos, por tanto, contienen un llamado local y universal a cuestionar y enfrentar los factores que impiden la felicidad. A proponer otro mundo, necesario, urgente y posible donde amor, fraternidad, armonía, comprensión y solidaridad sean más que simple formulas protocolares en tarjetas y discursos.

Al expresar nuestros deseos manifestamos también el compromiso militante de encaminar todas nuestras energías y esfuerzos en hacerlos viables. La felicidad es una meta personal y colectiva, una responsabilidad ética y un desafío existencial. Cierto, debemos combatir las causas externas de la infelicidad, pero estamos obligados a trabajar los determinantes individuales que nos impiden ser felices.

Al desear feliz Navidad y próspero Año.

Le invitamos a leer: Monseñor Masalles considera varias instituciones deben agruparse en Ministerio de la Familia

Más leídas